Jorge Lorenzo necesita una retirada

La situación en MotoGP ha llegado a tal bucle que Jorge Lorenzo necesita que alguien siga sus pasos para que él pueda volver sobre los mismos.

Jorge Lorenzo en su presentación como probador de Yamaha (Fotos: Gold & Goose).
Jorge Lorenzo en su presentación como probador de Yamaha (Fotos: Gold & Goose).

Si lo de Pol Espargaró con Honda es el fichaje de Schrödinger, prácticamente lo mismo se podría decir de la retirada de Jorge Lorenzo, anunciada a finales de la temporada pasada.

Todo está conectado en el mercado de fichajes de MotoGP: la retirada de Lorenzo obligó a Honda a buscar reemplazo a deshoras, lo que se tradujo en el fichaje de Álex Márquez. Al no poder realizar encaje de bolillos para colocarle en el LCR tal y como querían, parece que lo van a hacer un año más tarde haciendo hueco a Pol Espargaró, una opción de presente con la que pretenden no tener que jugárselo todo a una baza.

A su vez, eso va a abrir la puerta de KTM a Danilo Petrucci. No está confirmado pero desde Ducati ya lo han dejado caer al reconocer que le ofrecieron el asiento de Chaz Davies en Superbike pero que ‘Petrux’ prefirió seguir en MotoGP con otro equipo. Eso supone que Andrea Dovizioso no se irá a KTM, tal como se había rumoreado en base a la bebida energética que patrocina tanto al italiano como a la marca austriaca.

¿Y cómo se cierra este bucle? En Jorge Lorenzo. Cuando anunció su retirada, se quitó de encima la pesadísima losa de pensar en verse un segundo año tratando en vano de meter en vereda a la Honda RC213V. Se relajó y se fue de vacaciones, hasta ahí todo bien. Sin embargo, desde comienzos de este 2020 sus movimientos han estado muy lejos de ser los de un piloto retirado.

Jorge Lorenzo necesita una retirada

Jorge Lorenzo anunció su retirada en Valencia 2019.

Primero, firmar con Yamaha como probador ya dejaba claro que su abrupta relación con la Honda no había derivado en un desamor total con MotoGP. Al contrario, volvía a reencontrarse con su añorada M1, y sus declaraciones tras el primer test lo corroboraron: pese a sus escarceos en Ducati y Honda, estaba en casa.

No tardó mucho en saberse que, a diferencia de lo sucedido con sus otrora rivales Casey Stoner y Dani Pedrosa, su intención era la de hacer diversos wild card a lo largo de la temporada. Nuevas señales que no cuadraban con el estatus de piloto retirado: el gusanillo de competir seguía dentro.

Y cuando el gusanillo de competir sigue dentro de un piloto con el gen competitivo de Lorenzo (ya se vio en el GP Virtual que ganó), no se acalla con unas cuantas jornadas de test. Para colmo, la llegada del Covid-19 frustró todos los planes que Yamaha y Lorenzo habían ideado para este año: MotoGP prohibió los wild cards y su presencia en los test pasa a ser dudosa ante la imposibilidad de tener presentes a los ingenieros japoneses.

Cada vez parece más claro que el plan de Jorge Lorenzo era (y es) volver en 2021. O, como mínimo, probarse con la M1 en este 2020 para saber si puede volver a ser competitivo en 2021. No en vano ya ha dejado caer que si vuelve será con una moto con la que pueda ganar. El problema es que no ha podido probarse y el gusanillo sigue ahí, por lo que si alguien quiere contratarle para correr el próximo curso lo tendrá que hacer como un acto de fe: pensando en que Lorenzo puede volver a ser el de Yamaha o, como mínimo, el de Ducati.

Por lo tanto, para ver a Lorenzo en la parrilla de MotoGP 2021 tienen que darse tres requisitos: que sea una moto ganadora, que sea capaz de hacer un acto de fe por Lorenzo y que tengan un hueco libre.

Hasta que no se demuestre lo contrario, a día de hoy motos ganadoras hay cuatro: Honda, Suzuki, Yamaha y Ducati. De esas cuatro, está claro que Honda no va a hacer un acto de fe por Lorenzo, que por otra parte no querría volver a la moto que le llevó a la retirada. De las tres restantes, en Suzuki no hay hueco libre.

Jorge Lorenzo necesita una retirada

Valentino Rossi saliendo del box durante la pretemporada.

Quedan dos: Yamaha y Ducati. Las motos con las que ha ganado carreras en MotoGP. Falta el hueco libre.

Yamaha tiene confirmados a Maverick Viñales y Fabio Quartararo hasta 2022 en el equipo oficial, por lo que la salida sería tener material pata negra en el Petronas. El material no sería problema, el hueco sí. El equipo malasio ya dejó claro que su prioridad número uno es renovar a Franco Morbidelli, y Yamaha dejó más claro todavía que Valentino Rossi tiene un hueco reservado tan pronto como decida que quiere seguir al menos un año más.

Por su parte, Ducati solamente tiene confirmado a Jack Miller, y la versión oficial que sale una y otra vez de la marca de Borgo Panigale es que la renovación de Andrea Dovizioso es prioridad absoluta. Pero pasa el tiempo y no llega la renovación para un piloto que ya tiene cierta edad y que siente que en la marca italiana no le valoran como deberían tras lograr los tres últimos subcampeonato del mundo.

Ahí es donde podría entrar Lorenzo. En el momento en el que se supo que Pol Espargaró dejaría una vacante en KTM, la posibilidad de que Dovizioso buscase un último gran contrato en la marca austriaca mientras Petrucci se iba a Aprilia o Superbike parecía abrir las puertas de Ducati para Jorge Lorenzo, que durante 2018 ya demostró que pese a haber necesitado casi año y medio para llevar a la Desmosedici a lo alto, cuando se hizo con la moto podía llevar a Marc Márquez al límite como ningún otro piloto.

Sin embargo, con Petrucci rumbo a KTM, las dos motos que podrían seducir a Jorge Lorenzo para regresar a tiempo completo a MotoGP no están ocupadas pero tampoco del todo libres. Las del Petronas están asignadas a falta de la confirmación, y en las actuales circunstancias no parece posible que Ducati deje a Dovizioso en la calle para hacer hueco a Lorenzo.

Jorge Lorenzo necesita una retirada

Andrea Dovizioso saliendo del box durante la pretemporada.

Por lo tanto, las opciones de Lorenzo dependen de si Valentino Rossi y/o Andrea Dovizioso deciden colgar el casco o seguir una temporada más.

Por un lado, un piloto de 41 años que viene de hacer su peor año en la categoría pero que tiene la ilusión de un niño, cuya vida es el paddock y que seguramente no quiera despedirse en una temporada reducida por el Covid-19 y en la que no pasará por muchos de los circuitos donde ha forjado su leyenda como Mugello o Assen.

Por el otro, un piloto de 34 años que lleva tres años quedando segundo tras Márquez pero que ha ido a menos en los dos últimos, que no parece destilar esa ilusión por perpetuarse ni tener ese apego al paddock.

En definitiva: Jorge Lorenzo necesita que alguien siga sus pasos para que él pueda volver sobre los mismos.

Mercado de fichajes para MotoGP 2021 (Fotos: Gold & Goose / Montaje: @lakonur).

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