El español Marc Márquez ya es matemáticamente el campeón del mundo de MotoGP 2018. Es su tercer título consecutivo en la categoría reina, donde ya suma cinco campeonatos para un total de siete títulos mundiales en las nueve últimas temporadas.
El piloto del Repsol Honda Team extiende así su reinado en élite del motociclismo mundial, proclamándose campeón con un margen suficiente en una temporada en la que ha sido capaz de aunar una mezcla casi perfecta de velocidad y consistencia, en la que apenas ha cometido errores de bulto más que en un par de carreras, enlazando victorias cuando ha tenido ocasión de ganar y sabiendo coleccionar podios cuando las condiciones no eran tan propicias.
El curso 2018 del Campeonato del Mundo de MotoGP empezó para Márquez con un valioso segundo puesto en la cita inaugural de Qatar, un escenario poco o nada propicio para Honda en los últimos años, y en el que tuvo que claudicar pese a meterle la moto en la última curva a Andrea Dovizioso, que venía de haberle llevado al límite en 2017 y que comenzaba el año con la misma declaración de intenciones.
Mucho peor le iría en Argentina, donde el fallo de su Honda RC213V en parrilla le obligó a una remontada en la que se precipitó y cometió demasiados errores. Por eso, aunque cruzó la meta en quinta posición, fue sancionado con 30 segundos por tirar a Valentino Rossi, lo que le relegó a la 18ª plaza en la carrera ganada por Cal Crutchlow.
Donde no falló fue en las Américas, imponiéndose con autoridad en el trazado texano de Austin, escenario en el que continúa con su inmaculada racha desde que el mismo hiciera su irrupción en el calendario mundialista allá por 2013. Una victoria que replicó en España, ganando también de forma inapelable en el renombrado Circuito de Jerez – Ángel Nieto antes de viajar a Francia, donde llegaría el tercer triunfo consecutivo que le disparaba en la general.
La euforia se relajó con la caída en Italia, donde cruzó la meta en la 16ª posición en lo que suponía el segundo cero de la temporada en el día en el que Jorge Lorenzo por fin se estrenaba como vencedor con la Ducati frente a los tifosi en Mugello. El balear prolongaría su éxito imponiéndose también en Catalunya, esta vez con Márquez en segunda posición, lo que le hacía extender todavía más su ventaja en la general y retornar a un cajón del que ya no volvería a bajarse.
Tampoco tardaría en volver a lo más alto del mismo: la cuarta victoria del año llegaría en la frenética carrera de Assen, donde consiguió dar un tirón en las últimas vueltas para escaparse en solitario después de haber rodado toda la prueba en un grupo en el que se multiplicaban los adelantamientos; y como no podía ser de otra manera se fue de vacaciones en lo alto del podio venciendo en Alemania por novena temporada consecutiva, igualando así el récord histórico de años seguidos ganando en el mismo circuito, en posesión de Giacomo Agostini en Imatra.
Si se había ido de vacaciones sumando de 25 en 25, en su retorno tendría que hacer de tripas corazón y empezar a aferrarse al podio y seguir sumando pese a no poder ganar. En la República Checa tuvo que conformarse con ser tercero en el doblete de las Ducati oficiales comandado por Andrea Dovizioso, mientras que en Austria sucumbiría ante Jorge Lorenzo para cruzar la línea de meta segundo. El mismo puesto que repetiría, tras la cancelación de Gran Bretaña, en el Gran Premio de San Marino, en esta ocasión con Dovizioso como triunfador.
Retomó la senda de la victoria en Aragón, festejando así el nombramiento de una curva a su nombre y evitando de paso que Ducati enlazase cuatro triunfos seguidos por primera vez en su historia y encarando la gira asiática con una cómoda ventaja que ampliaría en el primer Gran Premio de Tailandia de la historia, donde se llevó el gato al agua ante Andrea Dovizioso en un desenlace que se prolongó hasta la última curva, elevando su cuenta de carreras ganadas en 2018 a siete, una cifra a la que sólo había llegado en categoría reina en su espectacular 2014.
Una victoria que le permitía depender de sí mismo para Japón, donde le bastaba con ganar o quedar delante de Dovizioso, además de algunas combinaciones más con ambos fuera del podio. En la carrera de Motegi volvía a jugarse la victoria con el italiano, que se iba al suelo en la penúltima vuelta y Marc Márquez se llevaba la octava victoria de la temporada y el título mundial de 2018.
