La temporada de MotoGP de 2002 supuso un antes y un después en el Campeonato Mundial de Motociclismo, ya que en ella se produjo la transición de las motos de dos tiempos y 500 cc a las de cuatro tiempos y 990 cc. Es decir, nunca antes se había producido un cambio de tal envergadura en la máxima categoría.
Esto llevó a que se comenzara a emplear el nombre que hoy se conoce en todo el planeta y con el que en muchos lugares se denomina al propio mundial, así como a la aparición de nuevos conceptos en las motos que las alejan cada vez más de las viejas 500 cc.
Lo que está claro es que hace ya 20 años la marca que mejor evolucionó sus monturas ante el nuevo reglamento fue Honda, algo que no extrañó a nadie puesto que había ganado siete de los últimos ocho mundiales, es decir, todos excepto el que se llevó Kenny Roberts Jr. a lomos de una Suzuki.
Además, la marca del ala contaba en sus filas con la creciente figura de Valentino Rossi, el joven italiano que ya había conseguido reinar en 125 cc, 250 cc y 500 cc, y que se presentaba en 2002 como el campeón a batir.
Mix de motos
Cabe señalar que esa primera temporada de MotoGP, solo las motos de las marcas oficiales eran de cuatro tiempos y con una mayor cilindrada, ya que a los equipos satélites se les permitió mantener las de 500 cc del año anterior para que tuvieran más tiempo en un cambio que no fue fácil para todos. Sin embargo, las nuevas máquinas no tardaron en mostrar sus prestaciones y en dominar la categoría desde el primer gran premio.
Monólogo de Valentino Rossi
Si en 2001, Valentino Rossi terminó dominando a sus anchas el mundial a pesar del buen inicio de Max Biaggi, en 2002 apenas hubo suspense, ya que el de Tavullia se paseó sobre su nueva Honda. De hecho, se puede decir que el primer año de MotoGP fue uno de los menos emocionantes en cuanto a resultados, aunque no así en lo que se refería a ver las nuevas motos.
Rossi comenzó ganando en Japón con una escasa diferencia sobre la sorprendente Suzuki de Akira Ryō. Y tras ser segundo en Sudáfrica a menos de un segundo de Tohru Ukawa, llegó a encadenar hasta siete victorias consecutivas, lo que supuso tal mazazo al mundial en el que ya nadie dudaba que el italiano se convertiría en tetracampeón al finalizar la temporada.
No en vano, terminó el año con 11 triunfos en grandes premios, a los que sumó otros 4 segundos puestos. La única carrera en la que no puntuó por retirada fue la de la República Checa. Al igual que Rossi, Honda fue la marca dominante y el Repsol Honda Team el equipo que reinó en el primer año de MotoGP.
Aparte de Rossi, solo se llevaron victoria el citado Ukawa (1) y Álex Barros (2) con Honda, y Max Biaggi como el único baluarte de Yamaha, subiendo a lo más alto del podio en dos ocasiones y terminando la temporada en segunda posición.
Como apunte final, en 250 cc el campeón fue Marco Melandri con Aprilia, y en 125 Arnaud Vincent, también con Aprilia.