La legalidad de la moto es importante para poder circular con tranquilidad y, también, para poder venderla sin inconvenientes en un futuro, por eso, una ITV voluntaria resulta un seguro adicional, porque estaría certificando doblemente su estado óptimo.
Esta inspección puede efectuarse en cualquier centro donde se realicen las que son obligatorias, su tarifa varía de acuerdo a la comunidad donde te encuentres. Hacer una inspección voluntaria ofrece algunas ventajas y elementos positivos que benefician al propietario de la moto. Veamos en qué consiste y cuándo es conveniente realizarla.
¿Qué es la ITV voluntaria?
La ITV voluntaria es una opción para aquellos conductores que desean someter su moto a una inspección técnica adicional por iniciativa propia, sin reemplazar la obligatoria. A diferencia de la ITV reglamentaria, la ITV voluntaria puede realizarse de manera completa o parcial, centrándose en aspectos específicos del vehículo. A continuación, analizaremos en detalle las ventajas de optar por una ITV voluntaria y cuándo puede resultar más conveniente.
Ventajas de la ITV voluntaria
La ITV voluntaria es una excelente herramienta preventiva para identificar problemas mecánicos antes de que se conviertan en defectos más caros o peligrosos. Esto es particularmente útil antes de realizar un viaje largo o al considerar la compra de una moto de segunda mano.
Al optar por una inspección voluntaria, los conductores pueden elegir entre una revisión completa o una revisión parcial enfocada en elementos o sistemas específicos, como frenos, dirección o emisiones. Esta flexibilidad permite adecuar la inspección a las necesidades del conductor.
Antes de adquirir una moto de segunda mano, es altamente recomendable realizar una ITV voluntaria. Esto puede evitar sorpresas desagradables, como vicios ocultos, altos niveles de emisiones o modificaciones no homologadas en la moto.
Una ITV voluntaria garantiza un funcionamiento eficiente de todos los componentes de la moto, lo que, a su vez, reduce el consumo de combustible y mejora la seguridad de los ocupantes.
Una moto que ha superado una revisión voluntaria y se encuentra en buenas condiciones generales podría obtener un precio de reventa más alto en el mercado de motos de segunda mano. Los potenciales compradores tienden a tener más confianza en aquellas motos que han pasado por una inspección adicional.
Evita multas y sanciones
Rodar con una moto con una Inspección Técnica de Vehículos vencida o desfavorable constituye una infracción grave, conllevando una multa de 500 € y la posibilidad de que la moto sea inmovilizada o retirada. Incluso habiendo pasado la ITV, no mostrar la pegatina de manera visible puede derivar en una multa de 80 €.
Manipular la pegatina para simular una inspección pasada es considerado fraude documental y puede resultar en multas sustanciales y penas de cárcel. La ITV voluntaria es una herramienta importante que los conductores pueden utilizar para mantener sus motos en condiciones óptimas y evitar sorpresas desagradables.
Ya sea antes de un viaje largo o al comprar un coche de segunda mano, esta inspección adicional puede marcar la diferencia en términos de seguridad, eficiencia y valor de reventa.
Cumplir con las regulaciones de ITV es importante para evitar sanciones y multas. Debemos cumplir con las normas establecidas y contribuir con el desarrollo normal de la vialidad y sus leyes.