Algunos consideran que se trata de una invención del imaginario popular y otros creen fielmente en esta afirmación que guarda algo de misterio (sobre todo en las noches más cerradas). Es el misterio de la niña de la curva, o esa imagen un tanto espeluznante que suele aparecer de repente (casi siempre en ese giro de carretera) para añadir algo de drama y tensión cuando uno va circulando por una carretera de noche.
¿Realidad?
No hay nada que pueda indicar que todo se deba a una alucinación, una casualidad, forme parte de un mito o historia de miedo o sea de verdad una niña cuyo cuerpo y espíritu siguen vagando sin rumbo por las carreteras del país. Y es que durante todos estos años no han faltado los testimonios que dicen haber visto a la joven o bien una forma que se asemeja a una niña justo en un paraje recóndito en mitad de la noche. Historias que pasan de generación en generación y que, casualmente, son contadas por personas que dicen haberla visto o tienen a alguien cercano al que le ha pasado.
Lo curioso es que la imagen de la niña siempre es la misma y no ha cambiado con el paso del tiempo. Una joven con el rostro desencajado y taciturno que viste un vestido blanco o de color claro y cuyo aspecto parece apuntar a que ha sufrido un terrible accidente de tráfico. Incluso se dice que la edad de la joven es algo mayor y que era una novia que nunca llegó a su boda debido a ese siniestro en la carretera.
Una aparición que, según esa misma tradición misteriosa, no resurge en mitad de la noche con la simple idea de asustar a un conductor (que, por ejemplo, vaya en moto) y provocar un accidente. La historia dice que la niña de la curva hace su aparición para advertir a esa persona de que algo le va a suceder y que extreme las precauciones. Algo así como un presentimiento.

Conducir de noche
Sea realidad, para los que así lo crean, o sea una leyenda de fantasmas, lo cierto es que la esencia que guarda toda esta historia no viene mal tener en cuenta. Es decir, estar muy atentos sobre todo por la noche cuando se circula por las carreteras. Así pues, los mejores consejos para hacer esa ruta de forma segura parten de una recomendación básica como es ver y dejarte ver. Es decir, hacer todo lo posible por tener una buena visión de noche y que el resto de conductores (sobre todo vehículos) puedan ver a la moto; de ahí que sea importante llevar las luces en perfecto estado, además de un práctico chaleco reflectante.
Hay más para que uno no se encuentre con la "chica de la curva" y le avise de que quizá va algo despistado por ese tramo. De noche es conveniente aumentar la distancia de seguridad con el resto de vehículos en la carretera, respetar los límites de velocidad ya que si además si a eso se le suma que por la noche uno está más cansado, el resultado puede ser dramático; y estar muy atento ante un posible deslumbramiento o al circular por carreteras con mala iluminación.
Un último, es imprescindible llevar prendas de abrigo, así como como algo de ropa por si llueve en mitad del trayecto nocturno y hacer, siempre que se pueda, las pertinentes paradas para descansar. Y por supuesto, nada de beber alcohol o de tomar medicamentos por cuenta propia con la excusa de mantenerse despierto.