La segunda categoría del Campeonato Mundial de Motociclismo generalmente se ha caracterizado por su igualdad y por una clara mejoría en las motos con respecto a las de 250cc que había anteriormente. No en vano, los primeros motores que se emplearon en este mundial eran de 600cc (marca Honda).
Esto provocó que las carreras cada vez fueran más rápidas. Sin embargo, los avances con respecto a lo que estaba sucediendo en MotoGP se estaban ralentizando, con lo que se decidió que a partir de 2019 se utilizaría un nuevo motor. Y sin duda fue una decisión importante, ya que a partir de ese momento las motos corrieron más y empezaron a romper los récords de velocidad máxima de Moto2.
El motor de Triumph entra en acción
En la temporada 2019 se decidió cambiar los motores de todas las Moto2. El elegido fue un tricilíndrico de la marca Triumph con 765cc. Era de cuatro tiempos, tenía 12 válvulas DOHC y refrigeración líquida. Asimismo, llegaba a superar los 140 CV de potencia máxima.
Con tales mimbres se esperaba que los registros de velocidad máxima comenzaran a caer. Y así fue.
Los 300 km/h
El primer gran hito se consiguió en los más de 1.100 metros que tiene la recta de Mugello. Y es que en el Gran Premio de Italia de 2019 Nicolo Bulega consiguió que su Kalex superara la barrera de los 300 km/h (recordemos que con una Moto2), llegando a los 300,6 durante los FP2.
Esta cifra superaba en más de 7 km/h el anterior registro con un motor Honda de 600cc, que estaba en poder de Héctor Barberá: concretamente llegó a los 293,3 km/h.

Un año de récords
Ese 2019 marcó la tendencia de lo que iba a ser Moto2 hasta la actualidad, con un motor más potente capaz de llevar a los pilotos a marcar mejores registros. Tanto fue así que en el mundial que se llevó Álex Márquez se logró batir el récord del circuito en el 85% de las carreras disputadas.
Asimismo, se contabilizaron 18 récords de velocidad máxima y 16 de vuelta rápida, lo que demostraba el salto de prestaciones que se daba, al tiempo que se consiguió una mayor igualdad entre los pilotos y los equipos.
La tendencia se mantiene
Durante el presente mundial de 2021 esta tendencia se ha mantenido, con los pilotos consiguiendo superar o acercarse a los 300 km/h en las pistas más rápidas, al igual que está ocurriendo en MotoGP, donde han volado por encima de los 360 km/h.
Un buen ejemplo de esto se produjo en el circuito de Mugello, donde Marcos Ramírez superó la velocidad alcanzada por Bulega hace dos temporadas hasta situarla en 300,8 km/h. Asimismo, ya en Losail 2020 se vio cómo las Moto2 seguían en la senda marcada por los motores Triumph. Entonces fue Jorge Martín quien alcanzó los 296,7 km/h, superando en 2 km/h el anterior registro que estaba en poder de Xavi Vierge.