Entre los campeonatos mundiales que se disputan con motos de serie, el que cuenta con monturas de menor cilindrada es el de Supersport 300, lo que no implica que carezca de espectacularidad por ello. No en vano, lo podríamos asemejar a Moto3 porque en él participan los pilotos más jóvenes que buscan un buen escenario sobre el que exponer sus talentos y su velocidad innata.
De hecho, se puede decir que el Campeonato Mundial de Supersport 300 todavía está en ciernes, ya que se lleva disputando desde 2017. Fue entonces cuando sustituyó a la European Junior Cup, consiguiendo la consideración de mundial por parte de la FIM.
En estas cinco primeras temporadas ha dejado buenos momentos para los aficionados, especialmente para los españoles, ya que cuatro de los cinco campeonatos los han logrado pilotos nacidos en nuestro país: Marc García, Ana Carrasco (la primera mujer campeona de un mundial sea en la categoría que sea), Manuel González y en 2021, Adrián Huertas, que ha dominado la competición con autoridad desde principio a fin.
Velocidad máxima en Supersport 300
En cuanto a las motos campeonas, las cuatro últimas temporadas han sido de Kawasaki (la primera fue una Yamaha). Todas ellas tienen entre 300cc y 400cc, dependiendo del número de cilindros que incluya el motor, y son capaces de superar con creces los 210 km/h. De hecho, en algunos circuitos la velocidad punta llega a los 220 km/h.
Por ejemplo, en el último gran premio disputado en el Circuito de Montmeló, se llegó a una velocidad máxima de 219 km/h sobre la Yamaha YZF-R3, aunque no fue ni de lejos una de las motos que mejores resultados obtuvo, demostrando una vez más que una velocidad punta muy alta no tiene por qué ser sinónimo de podio, y mucho menos de victoria.

Cambios en 2019
Como el objetivo de Supersport 300 siempre ha sido encontrar nuevos talentos que puedan terminar dando el salto al mundial de Superbikes, en la temporada 2019 se realizaron algunos cambios que tenían como objetivo igualar la potencia y velocidad de todas las motos, de manera que la mecánica no jugara un papel tan importante en el devenir de la competición. Eso no provocó que todas las motos corrieran menos, pero sí que existieran menores diferencias. Y eso se puede comprobar al menos en la velocidad punta que llegan a alcanzar.
En definitiva, se trata de motos que, aunque estén lejanas en cuanto a rendimiento y prestaciones de las MotoGP o las SBK, siguen corriendo mucho.