Un cabreo general se ha expandido de norte a sur de la península al encontrarse con la primera temporada de MotoGP que no se emitirá en abierto. El tema es recurrente allá donde vayas, concentraciones, redes sociales de cualquier tipo, eventos… si aparece el nombre de MotoGP, aparece igualmente alguien indicando que para poder hablar de ello, habrá que poder verlo. Y como sabéis, los derechos de emisión del campeonato en España están en manos de Movistar, una compañía abonada al motociclismo como patrocinador desde los tiempos de la Copa del mismo nombre.
El sentimiento es comprensible; pasamos de verlo todos los domingos por televisión con uno u otro grupo de comentaristas en uno u otro canal (pero siempre fuertemente criticados por una razón u otra) a directamente no ver ni una sola imagen de la carrera en televisión, aunque Teledeporte emitirá resúmenes. Y ya no era sólo el hecho de tener que pagar, sino que para poder tener el canal de Movistar MotoGP en casa, tenías que contratar todo un paquete de servicios que lo colocaba en torno a los 70 euros mensuales, uno de los más caros de Europa.
Ahora bien, recientemente tanto Vodafone como Opensport se han hecho cada uno con la emisión del canal MotoGP de Movistar. Por un precio extra (necesitas conexión a internet) de unos 10 euros mensuales (o 4,99 en caso de Opensport para una semana entera en la que ver un GP), tienes exactamente el mismo contenido de motos que verías si tuvieras contratado todo el paquete anteriormente mencionado. ¿Es esto suficiente? Sí, y por lo visto, no.
Aunque a muchos les cuesta creerlo, hay quien no puede permitírselo.
El precio es insignificante para muchos; en Opensport por ejemplo puedes ver toda la temporada de MotoGP por 90 euros, mucho menos que el Videopass oficial de MotoGP. O si lo prefieres, puedes ver grandes premios sueltos a través suscripciones semanales por 5 euros, menos de lo que cuesta una copa. Y sin embargo, aunque el coste es muy bajo, muchos aficionados continúan con la protesta sobre “MotoGP en abierto”. Aquí hay reflejado dos hechos muy ciertos y dolorosos de la sociedad española: no nos gusta pagar y, en muchísimos casos, simplemente no nos podemos permitir tener un gasto más, especialmente en algo tan nimio como una emisión de televisión.
Esa es una realidad que no puede ser ignorada. Aunque en nuestro grupo de amigos o red social no encontremos a alguien en esta situación, no quiere decir en absoluto que no exista. Vivimos en un país con 3,75 millones de personas en paro y el 44% de ellos no tiene ninguna prestación. La pasión arraigada en España por el motociclismo no entiende de clases sociales y es por ello muy comprensible que entre ese porcentaje de personas se encuentre y buen número de aficionados. Por eso mismo me duele más todavía decir que mucho me temo que el Motociclismo, como el fútbol, no volverá por señales en abierto (en abierto, que no gratis…¿o ya no recordamos los cortes para publicidad?). Al menos, no hasta la temporada de 2019, cuando termine el contrato con Movistar y asumiendo que no lo renueven o aparezca otro comprador.
Con Vodafone y Opensport, Movistar duplica su audiencia
Lo que en principio podía parecer un fuerte golpe a los intereses comerciales de Movistar, se ha transformado en una ventana de publicidad y alcance a la que no podían llegar antes. La estrategia de la operadora era sencilla; “secuestrar” MotoGP y otras emisiones de gran interés para obligar al usuario a contratar todos los servicios. Blanco y en botella.
Llegaba Vodafone y Opensport comprando los derechos de emisión del canal Premium de MotoGp de Movistar a un precio establecido por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Y con ello, perdían la capacidad de obligar a pasar por caja a aquel que quiera ver MotoGP. En principio, un fuerte golpe a sus intereses.
Pero si echamos un vistazo rápido a las audiencias del pasado domingo, podemos ver cómo el canal Movistar MotoGP casi duplica sus números respecto al año pasado. Durante el 26 de marzo, acumularon un total de 2,4 millones de espectadores en todo el día, alcanzando con la carrera de MotoGP un pico de 578.000 que suponía un 3,6% de share. El año pasado, la categoría reina del Gran Premio de Qatar apenas llegó a los 200.000.
Movistar duplica su audiencia con Opensport y Vodafone.
Para el equipo liderado por Ernest Riveras esto no puede ser más que una magnífica noticia. Lo cierto es que, como sabéis todos aquellos que hayáis visto una emisión de Movistar MotoGP, el contenido es una calidad sin igual y hasta ahora nunca vista. La razón es precisamente que, aunque crecer en audiencia es importante, no hablan para “la masa” como ocurría en la televisión pública pudiendo evitar traer a un cantante de Operación Triunfo al plató de MotoGP. También en Mediaset, no lo olvidemos, hasta el propio Nico Abad nos contaba hace no mucho que su trabajo era el de hablar al aficionado medio, no al experto. Movistar ahora se puede permitir 24 horas de motociclismo con grandes tertulias y colaboradores, información de verdaderos expertos en la materia y reportajes que todos nosotros desearíamos poder ver.
Emisiones deportivas = emisiones premium
La realidad es que esto que ha ocurrido en España ha ocurrido también en Reino Unido con BT Sports y en Italia con Sky, ambos canales de pago que se han hecho con los derechos de emisión en dos de los países en el mundo más volcados con el motociclismo. MotoGP no escapa a la tendencia del mercado de la televisión y, como cualquier otro deporte seguido por millones de personas (fútbol, Formula 1…), será explotado con el fin de mantener en movimiento la maquinaria que lo hace rentable. Es bueno recordar aquí que se trata de un campeonato comercial que vería imposible su supervivencia si no existiera un beneficio económico; como ocurre en todos los campeonatos de primer nivel. Los patrocinadores no invierten por amor al arte, un piloto corre con el objetivo de ganarse la vida y las marcas esperan mejorar su imagen.
La afición no verá MotoGP o lo verá en alternativas ilegales
La semana pasada montamos dos encuestas, una en la web y otra en Twitter, con el fin de conocer cómo verá MotoGP el aficionado este 2017… si es que tiene intención de verlo. La de la red social nos daba un resultado claro: casi la mitad de vosotros dijo que optaría por una alternativa ilegal. Pero lo cierto es que en la red del pajarito sólo se pueden dar cuatro opciones por lo que hay cierto límite, ¿qué ocurre cuando abrimos el abanico?
En la web tenemos la posibilidad de montar encuestas a la carta y con plena libertad. A las cuatro respuestas anteriores añadimos la de “No lo veré” o “Lo veré en lugares públicos” puesto que, como toda pasión, se disfruta mejor en compañía. En este caso un 48,39% dice que no verá MotoGP, aunque es de esperar un cierto porcentaje de “voto de castigo” que, en verdad, sí que lo hará a través de alternativas ilegales. Esta opción, por cierto, sigue siendo la más votada dentro de los espectadores de MotoGP en 2017, con un 27,86%.
Falta ahora saber cómo evolucionará el campeonato. En España duplica su audiencia sin tener en cuenta la piratería, ¿afectará pues realmente a la visibilidad de los espectadores? ¿es viable en España una televisión Premium de este tipo? Sea como fuere, no parece que sea algo que se pueda contestar en los próximos meses y habrá que esperar al término del contrato entre Movistar y Dorna para saber exactamente qué ocurrirá.
Nosotros, eso sí, mientras tanto intentaremos manteneros informados de todo lo que ocurre en el mundial de MotoGP a través de la revista y en Motociclismo.es.