Dani Pedrosa, el eterno incomprendido

Píldoras 2017, capítulo 14.

Nacho González

Dani Pedrosa, el eterno incomprendido
Dani Pedrosa, el eterno incomprendido

Todavía no ha empezado 2018 y ya resuenan los rumores y las quinielas para el mercado de fichajes de cara a MotoGP 2019. Un mercado que se presenta apasionante por la cantidad de pilotos que acaban contrato a finales del próximo año, lo cual obviamente dispara los dimes y diretes, los runrunes, los correveidiles y demás palabros acogidos bajo el paraguas de la rumorología.

No sorprende ver cómo, una y otra vez, en la práctica totalidad de esas quinielas, se producen dos fenómenos. Juntos o por separado. Uno es la búsqueda de un relevo para Dani Pedrosa en el equipo Repsol Honda Team. El otro, la presencia del 26 sobre otras motos. No es algo novedoso, ya sucedió en el último mercado similar, hace casi dos años.

Aquello quedó en papel mojado, porque el papel en el que estampó su firma el de Castellar del Vallés no fue otro que el de su renovación. Muchos –los mismos que ahora vuelven a sacarle del box del Repsol- pusieron el grito en el cielo, apelando al blablablá de que no ha ganado el Mundial de MotoGP. Seguramente los mismos que enterraron a Andrea Dovizioso por no triunfar en el mismo box.

Lógicamente, existe la posibilidad de que Dani Pedrosa decida cambiar de aires para la temporada 2019, sobre todo teniendo en cuenta cómo le ha ido al propio Dovi lejos de HRC. Puede ser, incluso, que sea HRC la que prescinda de Dani y opte por no renovarle. Aunque eso se antoja más difícil.

Difícil porque, si Honda renueva a ese triturador de genios llamado Marc Márquez, sería un riesgo cambiarle de compañero, ya que para recordar una dupla tan exitosa durante tantos años en Honda habría que remontarse a Mick Doohan y Álex Crivillé. Quizás ni eso. Y, si Márquez se fuera, resulta impensable que se adentrasen en lo desconocido firmando a dos pilotos nuevos.

Para reivindicar a Dani, bastaría con repetir consabidos (pero certeros) mantras como el de que su altura le lastra, aquello de que sólo hay un campeón al año, lo de que ha coincidido con históricos pilotos o eso de que su labor en la puesta a punto es impagable. No hace falta: quienes ven más allá de los resultados comprenden perfectamente la relación Honda-Pedrosa.

Para los demás, seguirán siendo excusas y Dani siendo el eterno incomprendido. Están en su derecho. Que un piloto capaz de ganar en la última vuelta de Valencia y arrasar a todos en Jerez no se meta junto a su compañero en la lucha por el título puede sonar raro. Si, Márquez le ha batido. Casey Stoner también. Jorge Lorenzo, Valentino Rossi. Unos cualquieras, ¿no?

Quizás resulte más creíble pensar que Honda sabe lo que hace y que Pedrosa es un piloto excepcional capaz de luchar contra los mejores de la historia al tiempo que desafía sus propios hándicaps. Quizás sea mejor huir de la crítica vacía del resultadismo y disfrutar de un piloto al que dentro de unas décadas se recordará como un mito. Comprender al incomprendido.