El gran enemigo del Dakar (y cómo combatirlo)

Lo que prometía ser un Dakar increíble ha quedado ligeramente deslucido.

Nacho González

El gran enemigo del Dakar (y cómo combatirlo)
El gran enemigo del Dakar (y cómo combatirlo)

Antes de empezar el Dakar 2018 ya contábamos las maravillas del recorrido diseñado por Marc Coma, la mano que mece la duna. Pasadas las primeras etapas, ratificamos las sensaciones previas: el director español nos ha devuelto la esencia del Dakar, con toda su pureza y su dureza. Sin embargo, el final de la prueba está dejando un regusto amargo en el paladar de los aficionados.

El motivo no es otro que las cancelaciones y, en menor medida, las reducciones de etapas. Ya van dos cancelaciones, y se han producido de forma casi consecutiva. Después de cinco etapas completadas de forma íntegra, ya la sexta tuvo que se recortada por niebla. Tras aquello llegó la jornada de descanso. Desde entonces, primero fue cancelada la etapa 9; y hoy hemos vivido la segunda cancelación: la de la etapa 12.

Es decir, en los últimos cuatro días se han disputado dos etapas y se han cancelado otras dos. Si cogemos los últimos ocho días, se han disputado cinco etapas, cuatro de ellas completas. Además, ya se ha informado que la penúltima etapa también se verá reducida, eliminándose 55 kilómetros por culpa del barro acumulado en la zona.

Ante esta información, y si todo transcurre con normalidad en la etapa final, el Dakar 2018 concluirá con 10 etapas completas y dos reducidas. No es que pueda decirse que es poco –sólo los pilotos saben lo que han tenido que sufrir estas dos semanas-, pero sí que se queda ligeramente escaso después de haber estado todo un año esperando.

Sobre todo porque, si miramos los dos años anteriores, los recortes y las cancelaciones son ya la tónica del Dakar. El pasado 2017, solamente pudieron disputarse siete etapas completas de las 12 previstas; ya que tres fueron recortadas y otras dos canceladas. En 2016, se completaron ocho de las 14 que iban a componer el raid; con sólo una cancelación pero con hasta cinco etapas que vieron reducido su recorrido inicial por unas u otras causas.

Por lo general, todas las cancelaciones y modificaciones obedecen a la meteorología. Sucesos impredecibles que son tan viejos como el propio Dakar, que ya en su periplo africano vivía cancelaciones cada dos por tres por motivos de muy diversa índole. La diferencia es que, por aquel entonces, incluso con esas reducciones se acababa quedando un Dakar muy completo.

¿El motivo? Que la duración del mismo era de una veintena de etapas y unas tres semanas de duración. Pese a que las tres primeras ediciones fueron de 10, 13 y 13 etapas, la media de etapas disputadas en África fue de 15,7 etapas por edición. En Sudamérica –y contando con que en este 2018 se culminen las dos últimas y se llegue al menos a 12 de las 14 programadas-, la media de etapas por edición es de 13.

En términos generales, son tres etapas menos. Una diferencia sustancial que hace que el Dakar deje con ganas de más, que afea el desarrollo de la prueba e incluso hace que el ganador final acabe con un tiempo final un tanto deslucido.

El mejor ejemplo es el año pasado, cuando Sam Sunderland ganó el Dakar invirtiendo poco más de 32 horas. En 2014, Marc Coma necesitó casi 55 horas para llevarse la victoria. Las comparaciones son odiosas, y ya no hablemos de las más de 70 horas que eran necesarias para llevarse algún Dakar como el de Fabrizio Meoni en 2001 o Edi Orioli en 1996.

Este año no va a ser tan drástico, ya que Matthias Walkner ya lleva más de 36 horas y media; y si no hay más ‘sorpresas’ se acabará yendo cerca de las 40 horas. Algo más decente que la pasada edición, pero todavía lejos de cifras anteriores.

Este es el tiempo invertido por el ganador desde 1996. Unos datos cuya diferencia se aprecia en el gráfico de arriba, convertidos a minutos (y despreciando los segundos):

Año Tiempo ganador
1996 72h31'03''
1997 65h14'37''
1998 62h39'37''
1999 58h44'59''
2000 49h08'56''
2001 70h01'08''
2002 48h00'59''
2003 53h24'32''
2004 55h56'28''
2005 47h27'31''
2006 55h27'17''
2007 51h36'53''
2008 Cancelado
2009 52h14'33''
2010 51h10'37''
2011 51h25'00''
2012 43h28'11''
2013 43h24'22''
2014 54h50'43''
2015 46h03'49''
2016 48h09'15''
2017 32h06'22''

La solución parece clara: más etapas. Cuando sabes que puede haber, fácilmente, un par de cancelaciones y otras tantas reducciones por las inclemencias climáticas; lo único que puedes hacer es alargar el recorrido. De esa forma no vas a conseguir evitar las cancelaciones, pero sí te aseguras un número decente de etapas disputadas.

Por ejemplo, un Dakar con 20 etapas y dos o tres días de descanso que cruce cinco países: Perú-Bolivia-Paraguay-Argentina-Chile. Aunque hubiese varias cancelaciones, a nadie se le haría corto.

También hay otro enemigo del actual Dakar: el live timing/tracking, que falla más que una escopeta de feria. Pero eso es otro tema.