No hay duda que entre la oferta del segmento medio, las naked se han convertido en la opción favorita para muchos. Las motos sin carenado son las más populares junto con las trail, y frente a estas últimas que ocupan una posición polivalente y rutera, se conforman como una opción más deportiva, con la ciudad y sus alrededores como terrenos favoritos y con las carreteras de curvas como el lugar donde demostrar sus dotes como motos con carácter.
El éxito del segmento ha llamado a los fabricantes a nutrirlo con motos de lo más variado, unas más deportivas, otras más tranquilas, motores de dos, de tres y de cuatro cilindros, versiones con equipamiento especial, aire retro…Todo es válido para diferenciarse, pero sin duda hay un grupo que resulta verdaderamente especial en toda esta enorme familia de naked, las tricilíndricas.
Triumph se especializó en los motores de tres cilindros desde su relanzamiento a principios de los años 90, y desde entonces se han conformado como una de sus peculiaridades. La Street Triple nació hace ya una década con su motor de 675 cc, y en estos años ha evolucionado hasta llegar a esta Triumph Street Triple RS con un motor más grande, más potencia y mejor equipamiento. Yamaha es la otra firma que ha apostado por esta solución con su motor CP3 que equipan las MT-09 y las Tracer, un propulsor de mayor cilindrada que el británico que se ha instalado en una moto muy especial en su estética e incluso en su propia conducción, la Yamaha MT-09 SP.
Triumph Street Triple RS, un salto adelante
La Triumph Street Triple ha pasado a lo largo de estos años por sucesivas remodelaciones y se han creado diversas versiones especiales, pero ha sido en 2017 cuando realmente se han multiplicado. Actualmente hay cinco versiones con motores que van de los 660 cc de la versión S especial para el carnet A2, a los 765 cc de las demás: S, R y RS. La última es la más completa, dotada de la versión más potente del tricilíndrico, que desarrolla 123 CV, con cinco modos de conducción y un equipamiento de mayor calidad. Es la estrella de la gama, y en ciertos aspectos la sucesora de los modelos más deportivos de esta cilindrada por parte de Triumph, una vez que la Daytona ha quedado descatalogada. Teniendo en cuenta que las supersport están de capa caída, estas naked han tomado su relevo en un terreno que combina el uso polivalente con el tradicional de los modelos más radicales. Como ventaja cuentan con una posición menos estricta, que te permite hacer kilómetros sin cansarte, pero que cuando de lo que se trata es de ir deprisa acaban machacándote con la presión del viento y que no son tan ergonómicas en las curvas debido a unos manillares situados más arriba. En esta situación. No es extraño que Triumph haya creado una versión como la RS, que supone en el aspecto deportivo un paso adelante respecto a todo lo que la gama Street Triple había ofrecido hasta ahora.
Un detalle que ilustra la orientación deportiva de esta Street Triple RS es que su motor es el que ha servido de base para los que se van a utilizar a partir de la próxima temporada en la categoría de Moto2 del Campeonato de MotoGP. Supone todo un reto para la marca, porque eso significa que este propulsor no sólo tiene que ser lo suficientemente potente, sino también fiable. Triumph va a utilizarlo como escaparate de su firma, y ha trabajado sobre esta base de 765 cc hasta alcanzar unos 150 CV, lo que da a entender que esta Street Triple podría potenciarse todavía más. En cualquier caso con el aumento de potencia, que en nuestro banco llega a los 26 CV respecto a las anteriores versiones de 675 cc, se han logrado evidentes mejoras en las prestaciones, de hecho los 1.000 m se hacen casi un segundo más deprisa, y la RS ha ganado 8 km/h de velocidad máxima.
Para llegar a esta nueva planta motriz, Triumph ha tenido que trabajar bastante, porque no se trata únicamente de un aumento del diámetro de los cilindros de las anteriores 675 cc. Se ha cambiado el cigüeñal, que tiene una mayor carrera, al igual que los cilindros, con más diámetro y ahora de aluminio, que disponen de un tratamiento superficial de endurecimiento Nikasil. Poco ha quedado sin cambios, porque la distribución se ha modificado y también la transmisión, con nuevas relaciones y sistema de accionamiento. La marca declara haber modificado o sustituido 80 piezas, y la verdad es que el resultado ha merecido el esfuerzo. El motor de la Street Triple siempre ha sido fácil de entender, con una buena curva de par, y ahora no sólo se ha ganado respuesta, sino una mayor alegría a altas vueltas, que es la gran peculiaridad de esta moto, y la principal diferencia con sus hermanas. Este motor dispone de acelerador electrónico, cinco modos de conducción, “Rain", “Road", “Sport", “Track" y “Ride", éste último configurable, además de un embrague con limitador de par.
La Street Triple RS tiene el mismo chasis de antes, su doble viga realizado con tubos de aluminio y piezas fundidas, un acierto porque siempre ha sido una de sus mayores virtudes, pero con algunos cambios importantes en los elementos accesorios. Por una parte el basculante adopta una forma triangular que favorece la salida del silenciador más pegada al chasis, y por otra las suspensiones, que son totalmente regulables. La horquilla Showa es de tipo BPF, mientras que el amortiguador es un Öhlins STX de funcionamiento tradicional, con botella de gas separada y mando externo hidráulico de precarga. También dispone de pinzas de freno delanteras Brembo M50. Lo cierto es que en nuestra báscula la nueva versión ha pesado lo mismo que la R de la anterior serie, pero con un mejor equipamiento.
Yamaha MT-09 SP, Golpe de efecto
Yamaha ya fabricó grandes motores de cuatro tiempos de tres cilindros en línea en el pasado, pero la MT-09 ha sido la primera moto de este tipo de nueva generación de la marca, y desde su lanzamiento ha mantenido una filosofía bastante particular. Por una parte dispone de una estética muy particular, inspirada en motivos japoneses y en algún sentido cercana al manga. En esta versión SP casi totalmente teñida de negro queda acentuada.
Su posición de conducción es bastante más extrema que en la Triumph, porque el manillar es unos tres centímetros más ancho y el depósito es más corto. El resultado es que en la Yamaha te encuentras echado hacia delante, parece que los estribos se encuentran muy retrasados, pero en realidad están situados prácticamente en el mismo punto que en la Triumph. Si pasas de la Yamaha a la Street Triple de golpe, tu primera impresión será que en la británica están muy adelantados y tenderás a apoyar sólo las puntas de los pies, mientras en la Yamaha tiendes a colocar el centro de la bota. Esta posición que adoptas en la MT-09 marca su carácter, aunque realmente no acabe cargando más peso que en su rival en la rueda delantera.
Sin embargo la Yamaha es una moto en la que sientes que tienes la rueda delantera debajo de ti, lo que te ayuda a controlarla. Puedes girar en el espacio que ocupa una baldosa, la Yamaha es una moto realmente espectacular en este sentido. Lo bueno es que esta habilidad no está reñida con una buena estabilidad, incluso a alta velocidad, aunque en ambas, y especialmente en la Yamaha, circular a gran velocidad acabe machacándote por el golpe del viento. Nuestra unidad de pruebas de la MT-09 SP venía con algunos accesorios como el sistema de escape Akrapovic o la pantalla de faro, que realmente es más un aditamento estético que otra cosa, cuando hablamos de ventajas a efectos de protección.
Frente a la Triumph, que es una moto más clásica en lo que se refiere a su conducción por la posición que adoptas, en la MT-09 SP esa tendencia a adelantar el cuerpo te incita a atacar más las curvas, cargando peso delante. Los dos motores son además completamente diferentes en su carácter, algo que se puede apreciar al instante en las curvas de par y potencia, pero que realmente no hace falta más que acelerar con contundencia una vez para comprobar sus diferencias.
La japonesa tiene unos medios impresionantes, sale desde abajo y acelera más que la británica, pero se acaba bastante antes, con una zona final en la que se estanca y con menos régimen disponible. La británica por su parte es más progresiva, sin una patada en medios de la misma intensidad, con ella necesitas más vueltas para que la chicha asome, al menos al mismo nivel que en la MT-09, pero cuando lo hace, la Yamaha está ya casi en la últimas, y a la Street Triple le queda lo mejor, y además con más potencia de la que habías encontrado en su rival. Probablemente si no las comparas, jamás echarías de menos medios en la Street Triple, pero es que los de la Yamaha son de escándalo. Sin embargo, esa diferencia de potencia que hay a alto régimen entre ambas es la que provoca que la Street Triple acabe no sólo disponiendo de más aceleración, sino también una velocidad máxima claramente superiores, aunque su peso sea casi el mismo. Ambas tienen asistentes de cambio para subir relaciones, aunque el de la Yamaha es bastante tosco, especialmente a medio régimen y en las primeras marchas. Para reducir en ambas vas a tener que operar de manera tradicional.
Triumph Street Triple RS vs Yamaha MT-09 SP, puntos comunes
Una de las diferencias de estas versiones con respecto a sus respectivas hermanas con menor caché es la integración de unas mejores suspensiones, ya que ambas cuentan con amortiguadores Öhlins traseros y tienen todo tipo de regulación en ambos trenes. Las dos disponen de un tarado que te permite aplicarte entre curvas con la suficiente rigidez como para que las motos no se descompongan ni en las frenadas ni en las aceleraciones. Esto se combina con una distancia al suelo suficiente como para inclinar todo lo que necesites. Las dos motos son ágiles y precisas, pero necesitan estilos diferentes, más clásico en el caso de la Triumph, más agresivo en el de la MT-09.
La frenada también es potente en las dos, con buenas pinzas delanteras y bastante control en la parte trasera, y el peso te ayuda a moverlas sin dificultad. Con la Yamaha puedes elegir en las curvas muchas veces una relación de cambio más alta que con la Triumph, pero la británica estira más y mejor. Si las curvas están muy enlazadas la competición es pareja, si en medio hay rectas, en la Street puedes aplicar con más facilidad la caballería. Con la caballería que tienen ambas motos, y la aceleración y la velocidad máxima que alcanzan podemos considerar que ya tratamos de motos realmente deportivas, un espíritu que en estas versiones especiales está aún más presente debido a su equipamiento.
Más allá de estos terrenos, que es donde destacan respecto a sus hermanas, hay que destacar que tanto la Street Triple como la MT-09 siguen ofreciendo unas grandes habilidades en conducción menos exigente, pero igualmente importante. Son bajas de asiento para poder controlarlas en parado y en maniobras y ligeras en el tráfico urbano. Eso sí, el pasajero está bastante descuidado en las dos pese a lo que sus asientos puedan hacer presagiar, porque los estribos están muy altos y no hay asideros adecuados. Dos motos en la que su faceta deportiva se ha acentuado, pero que no han olvidado que tienen que utilizarse a diario.
Triumph Street Triple RS vs Yamaha MT-09 SP, Conclusión
En un segmento tan concurrido como las naked de cilindrada media, las que disponen de motores tricilíndricos son casi una excepción, y si además se trata de versiones especiales, estamos tratando de motos que pueden considerarse exclusivas. No es que tengan una gran diferencia de precio respecto a las versiones más básicas, pero en un mercado en el que el precio es un aspecto muy importante, tienes que realmente estar interesado en su comportamiento deportivo para pensar en ellas. Tanto la Triumph como la Yamaha lo tienen todo, un aspecto particular, una innegable calidad en sus acabados, e incluso detalles de equipamiento que llaman la atención.
El carácter de ambas motos es bastante diferente, no sólo porque sus motores juegan con filosofías opuestas, sino porque la posición de conducción también lo marca. La Yamaha ofrece ingentes dosis de par a medio régimen, la Triumph lo administra con más cautela en busca de alcanzar mayor respuesta arriba del todo. Esto provoca una mayor estirada y un mayor rendimiento absoluto de la británica, que tiene un comportamiento más cercano al de una deportiva clásica.
Algo similar ocurre con la posición, que en la Yamaha te lanza irremisiblemente hacia delante, en busca de agresividad, mientras que en la Triumph te encuentras más recogido. Lo bueno es que las dos son motos fáciles de entender, estables, potentes, ágiles, y hasta perfectamente válidas para el día a día gracias a su altura de asiento y a un comportamiento a baja velocidad perfecto. En realidad pagas más por una mayor eficacia cuando quieres aplicarte en las curvas, pero no vas a perder nada en el resto de los terrenos, que al fin y al cabo, son en los que las vas a utilizar más habitualmente.
TRIUMPH STREET TRIPLE RS | YAMAHA MT-09 SP | |
VELOCIDAD | ||
Real / marca | 238 / 241 km/h | 210 / 224 km/h |
ACELERACIÓN | ||
0-100 km/h | 3,8 s / 50 m | 3,7 s / 48 m |
0-400 m | 11,5 s / 202 km/h | 11,4 s / 193 km/h |
0-1.000 m | 21,3 s / 234 km/h | 22,0 s / 210 km/h |
RECUPERACIÓN | ||
60-100 km/h | 4,0 / 90 m | 3,8 / 85 m |
60-140 km/h | 10,0 s / 300 m | 8,3 s / 234 m |
RENDIMIENTO | ||
Régimen máximo | 12.500 rpm | 11.340 rpm |
Vel. lineal pistón | 22,2 m/s | 22,3 m/s |
Rel. peso/potencia | 1,5 kg/CV | 1,8 kg/CV |
Potencia específica | 164 CV/l | 131 CV/l |
PESO | ||
Peso vacío | 179 kg | 183 kg |
Peso lleno | 191 kg | 194 kg |
Reparto (lleno con piloto) | 47,7 / 52,3 % | 46,5 / 53,5 % |
CONSUMO | ||
Medio | 6,1 l/100 km | 5,9 l/100 km |
Autonomía | 270 km | 235 km |