MV Agusta Brutale 1090. Prueba

Pese a tratarse del modelo de mayor cilindrada de la familia Brutale, esta MV Agusta es la que ofrece un comportamiento más suave y agradable de las tres.

Texto: Keko Ochoa. Fotos: Jaime De Diego

MV Agusta Brutale 1090. Prueba
MV Agusta Brutale 1090. Prueba

Unos días antes de probar esta 1090 tuve la oportunidad de subirme a la «Brutalina» 675, una moto con cierta mala leche para su cilindrada y un sonido espectacular, que exige aplicarse a fondo para llevarla por el sitio. Cuando me dijeron que tenía que hacer la prueba a fondo de la Brutale 1090, lo primero que se me pasó por la cabeza fue: «No salgo vivo de ésta». Curiosamente, nada más subirme a la moto y poner el motor en funcionamiento ya intuí que la cosa no iba a ser para tanto. Haciendo una analogía entre equinos y caballos de vapor, digamos que hay más caballos en la cuadra de la 1090, pero están mejor domados y cuando se abren las puertas del redil, salen de forma rápida y ordenada. Pero, ¡ojo! No hay que confiarse, son 135 caballos de pura raza y cuando se ponen a empujar, lo hacen con ganas. 

Imagino que algunos de los que estéis leyendo esto ya sabréis cómo son las MV Agusta. Por lo general son motos con un carácter muy particular, con una «personalidad» muy marcada, no solo estéticamente, sino también en cuanto a comportamiento y funcionamiento.  Sus motores ofrecen un sonido muy reconocible, con un rugido que te pone los pelos de punta y que te avisa de lo que te vas a encontrar si les buscas las cosquillas. Aquí es donde me ha sorprendido gratamente esta Brutale. Es increíble lo bien que responde desde abajo este gran motor de 1.078 cc. Desde el régimen de ralentí, literal, desde las mil y pocas vueltas, el par alcanza ya el 60 % del valor máximo. Esto te permite llevarla con la sexta relación engranada y abrir el «gas» a tope. Entonces empieza a avanzar metros y más metros sin protestar lo más mínimo. Ello se debe a la doma de «caballos» que han hecho en este motor. Podrían haber sacado muchos más, haciendo un motor salvaje como el de la 675 (su potencia específica es de 154 CV/litro) o aún más, como el de la superbike F4, que rinde más de 180 CV. Pero está claro que claro que han pretendido suavizar la respuesta del motor y lo han conseguido. Han creado una moto mucho más agradable que el modelo anterior, pero sin restarle un ápice de rabia en la zona alta del cuentarrevoluciones, e incluso con algún CV más. Si aun así os parecen pocos, existe la versión RR que declara 158 CV, aunque 1.600 rpm más arriba (11.900 rpm en lugar de 10.300) y perdiendo 12 Nm de par máximo.

Existen dos modos de motor. La potencia es la misma en ambos casos, lo que varía es la respuesta al acelerador. Tengo que reconocer que he probado poco el modo normal. En éste no me ha convencido la respuesta inicial al acelerador. En cuanto he probado el modo Sport me ha gustado más y ya no lo he vuelto a tocar. En este el giro de nuestra muñeca obtiene una respuesta directa, como si hubiese un cable tirando para abrir las mariposas de la inyección, y hay que recordar que el acelerador es electrónico. Circulando entre el tráfico de la ciudad se agradece la suavidad del cambio. Solo hay un pero y es que el radio de giro es bastante reducido, lo que nos dificulta las maniobras entre coches a muy baja velocidad. Además, el embrague tiene un tacto inicial peculiar y hay que acostumbrarse a él. A los mandos esta Brutale 1090 es sorprendentemente cómoda, nada radical y pese a tratarse de una naked, el diseño de la instrumentación y su ubicación desvían en buena parte el empuje del viento sobre nuestro cuerpo. En carretera abierta tendrás que mirar más de una vez el velocímetro si quieres conservar todos los puntos de tu permiso de conducir, pues es fácil creer que vas despacio cuando realmente estás ya fuera de los límites legales.

Llega la hora de hacer curvas y ver cómo se comporta su parte ciclo. No soy ningún experto en chasis, suspensiones, geometrías, etc., pero si reconozco cuándo una moto va bien o va mal, y te puedo decir que, desde le principio, me ha gustado mucho cómo se comporta esta moto en todo tipo de curvas. Es bastante neutra, se deja llevar, como una pareja de baile que no se anticipa a tus movimientos, pero a la mínima insinuación ya ha entendido lo que tiene que hacer y lo ejecuta con precisión. El correcto funcionamiento de las suspensiones contribuye a este buen comportamiento, con un tarado de hidráulicos nada duro, pero a la vez firme, que hace que no se descomponga en ningún momento, absorbiendo las irregularidades del asfalto de forma suave y aguantando sin hacer topes en las frenadas más bestias; toda una prueba de fuego, pues el equipo de frenos es capaz de detener la moto en muy pocos metros. Si habéis llegado hasta aquí pensaréis que es la moto perfecta, pues no, también tiene sus cosillas. Aunque no es un defecto, el embrague no es antibloqueo, por lo que deberás tener cuidado en las reducciones muy bruscas. También la pletina protectora de aluminio que cubre los silenciadores resta espacio para que nuestro pie derecho se asiente bien sobre el estribo y por último, el manejo del cuadro de instrumentos no es sencillo y por la noche, la alta intensidad de la luz del propio cuadro nos dificulta la visión de la información.«Menudeces» aparte, esta Brutale 1090 me ha convencido totalmente y aunque no sea políticamente correcto, te diré que la sensación de notar cómo la rueda delantera despega del asfalto, buscando el cielo, cada vez que la subes de vueltas y escuchas el rugir de su motor, no tiene precio.

Ciudad > Una vez acostumbrados al tacto inicial del embrague, el funcionamiento general es agradable y su ergonomía acertada. El radio de giro reducido la penaliza al «ratonear» entre coches.

Sport > El lado deportivo es lo mejor de esta MV. Es potente y efectiva. Si tienes buenas manos, no habrá muchas motos que sean capaces de seguirte.

Turismo > No es la moto más apropiada para viajar. Aun así, la instrumentación desvía algo de viento de nuestro cuerpo y por motor mantiene el ritmo que queramos. Yendo rápido es algo gastona.

Pasajero > En este segmento de motos, el área del acompañante pasa a un segundo plano. Anque la posición no es muy cómoda, por lo menos tiene asas donde agarrarse.

Como buena MV Agusta que se precie, esta Brutale 1090 en versión básica no deja indiferente, ni a ti, ni a los que haya a tu alrededor. Ya sea en parado o en acción, es una moto que llama mucho la atención y que se disfruta una barbaridad. El rugir de su poderoso motor es un extra a sumar a un magnífico comportamiento en carretera.

MV Agusta Brutale 1090
MOTOR
Tipo 4T, 4 cilindros en línea, refrigeración líquida
Distribución DOHC 16 válvulas radiales
Diám. x carrera 79 mm x 55 mm
Cilindrada 1.078 cc
Compresión 13:01
Potencia máx.  106 Kw (144 CV) a 10.300 rpm
Par máx.  112 Nm (11,4 Kgm) a 8100 rpm
Alimentación Inyección electrónica
TRANSMISIÓN
Embrague/Mando Multidisco en aceite/ Hidraúlico
Cambio 6 relaciones
Trans. secund. Cadena
CHASIS
Tipo Multitubular en acero
Basculante Monobrazo de aluminio
SUSPENSIONES
Delantera Horquilla invertida
Barras 50 mm
Recorrido 125 mm
Reglajes 3 vías
Trasera Monoamortiguador progresivo
Recorrido 120 mm
Reglajes 3 vías
FRENOS
Delantero 2 discos  de 310 mm
Pinza 4 pistones anclaje radial
Trasero Disco de 210 mm
Pinza 4 pistones
RUEDAS
Delantera. Llanta 120/70/17". 3,5"
Trasera. Llanta 190/55/17". 6,0"
PRECIO 14.495 euros (ABS 15.195 euros)