A la hora de decantarse por la compra de una moto y si no se tiene suficiente dinero, surge la duda de qué opciones tomar para poder financiar la adquisición de dicho vehículo de dos ruedas. Es el momento quizá más temido, el de hacer números para saber si se podrá hacer frente al pago de la nueva moto. Así, una de las opciones y aprovechando las promociones que ofrecen las casas comerciales es optar por la financiación.
Planes personalizados para hacer frente a esos gastos y que suelen contar con cláusulas flexibles a la hora de explicar con claridad todo lo que se pagará cada mes, las cuotas que se establezcan, así como los intereses asociados a dicha financiación (fijos o variables) y la letra pequeña. Eso sí, antes de firmar nada, hay que pensar que el presupuesto total no solo dependerá del precio de la moto. A esto hay que sumar otros extras como son la equipación o renovación de equipamiento, el obligatorio impuesto de matriculación, además de los pertinentes pagos por la asesoría y el seguro.
CON QUIÉN FINANCIAR
Dicha financiación se puede hacer a través de la casa comercial en la que se llevará a cabo la compra de la moto, o scooter si es el caso, o bien optar por las facilidades que pueda ofrecer una entidad financiera.
En el caso de un banco pueden contar con préstamos específicos para la compra de toda clase de vehículos o bien optar por los llamados préstamos rápidos que no tienen un fin concreto. En cualquier caso, lo importante es mirar bien toda la documentación para evitar sobresaltos pasado un tiempo.

La letra pequeña
Es lo primero que se dice antes de firmar algo, sobre todo si hay una cantidad importante de dinero por medio. En el caso de la compra y financiación de una moto igual. Así, además de las consideraciones previas a tener en cuenta antes mencionadas, el futuro comprador es aconsejable que no se olvide de estar muy atento a posibles falsas ofertas para financiar su moto. En ocasiones ese descuento especial viene atado al hecho de pagarla a plazos y puede que en ocasiones la comisión sea tan elevada que ahí esté el fraude. Incluso puede que la trampa está en que se infla el precio con dichos plazos.
Además de todo lo relativo a la amortización del préstamo o de esa ayuda en la financiación es conveniente analizar otra serie de parámetros: si es necesario un aporte de dinero para la entrada de la compra de la moto, si existe un plazo de amortización de dicho crédito o qué ocurre si se cancela el mismo. Mejor pecar de previsor y revisar todo con lupa como se diría.
De la misma manera, es bueno comprobar previamente si se cumplen todos los requisitos para poder optar a dicha financiación. Entre los más solicitados, además de ser mayor de edad, los condicionantes más comunes tienen que ver con demostrar cierta solvencia a la hora de ir pagando poco a poco ese préstamo que se solicita, si ya se es cliente (en el caso de pedir esa financiación a un banco) o si su nombre no figura en ninguna lista de morosos o de contribuyentes con deudas.