La buena salud de los neumáticos es algo esencial no ya solo para la seguridad del conductor, sino para sentir mejor la moto y que la propia conducción sea mucho más fluida y adecuada. Por ello, también tiene una gran importancia la presión de cada rueda.
Es probable que a más de un novato se le pase vigilar la presión de aire que tienen las ruedas y que con el tiempo se vaya percatando de cuánto influye en la rodada de la motocicleta. Y es que, a fin de cuentas, son el contacto con el asfalto o con la tierra.
¿Cuál es la presión más adecuada para la rueda de la moto?
La respuesta más correcta a esta pregunta es “la que apunte el fabricante”. Ni más ni menos. Puede haber medidas estándar que se acerquen más o menos, pero realmente quien mejor sabe cómo funciona el neumático es quien lo fabrica.
En cuanto a esas cifras estándar, se podrían mencionar las siguientes:
- Para un scooter la rueda delantera se encuentra en torno a 1,8 bares y la trasera en unos 2,3 bares.
- Para una moto de menor tamaño, en la delantera suele tener entre 2,0 o 2,2 y la trasera 2,4 o 2,6
- Para las motos deportivas grandes, los números oscilan entre 2,3 o 2,5 delante y 2,8 o 2,9 detrás.
Hay que tener en cuenta que estas mediciones se deben realizar en frío.
¿Y si la presión no es la adecuada?
Si la presión de las ruedas es incorrecta, se notará en la conducción. Por ejemplo, el neumático delantero tendrá peor paso por curva y subvirará, lo que implica un mayor esfuerzo por parte del piloto, llegando a provocar incluso una caída. Asimismo, si falta en el trasero, la moto no estará tan estable cuando la carretera transcurre recta ni al dar las curvas, donde se notará una mayor torpeza.
Asimismo, una presión inadecuada provocará un mayor desgaste del neumático o la aparición de deformaciones que acortarán su vida útil, al tiempo que pondrán en peligro la del conductor.

¿Cómo funciona la presión de la rueda?
En este punto hay que comentar que lo más importante en el funcionamiento de un neumático es que alcance la temperatura ideal, y eso se consigue con la presión que marca el fabricante. Hay que recordar que cuanto más aire tenga, más se va a calentar y menor será la superficie que toca el asfalto (la huella de pisado).
Teniendo esto en cuenta, se puede jugar con la presión para adaptar la moto a las diferentes circunstancias. No es lo mismo rodar en invierno que en verano, ni con compañía y cargados que en solitario. De este modo, si se va a llevar acompañante convendrá aumentar la presión del neumático, así como en los meses fríos, cuando le cuesta más alcanzar la temperatura idónea. Por otro lado, si se va a rodar en circuito, habrá que bajar un poco la presión para que el grid en las curvas sea mayor y la moto se agarre mejor al asfalto. Eso sí, siempre se deberá hacer bajo los máximos y mínimos que marque estén marcados por el fabricante.