El sistema de frenado de una moto está compuesto por diferentes piezas, las cuales no tienen mayor o menor importancia, sino la misma. Y es que, si una falla, la moto no frena; y si la moto no frena, nos metemos en un serio problema. Pues bien, una de esas piezas son las pinzas de freno, de las que a continuación apuntaremos algunos datos interesantes, tanto sobre su función como acerca de las posibles averías y del mantenimiento.
¿Para qué sirve la pinza de freno?
En pocas palabras, la pinza de freno es la que alberga las pastillas que van a rozar contra el disco de freno para conseguir que las ruedas se detengan y la moto se pare. En la pinza se encuentran los pistones, los cuales hacen presión sobre las pastillas gracias al líquido de frenos que llega hasta ellas. Así pues, las pinzas de freno son el soporte que sustenta buena parte del sistema.
¿Hay más de un tipo de pinza de freno?
Con la continua evolución del motociclismo, las piezas han mejorado notablemente y han aparecido nuevas tecnologías. El objetivo es obvio: conseguir que la moto frene mejor. Para ello, cuanto más rígidas sean las pinzas, mejor va a ser la frenada. En la actualidad hay varios tipos, las cuales resumimos a continuación:
- Pinzas axiales. Durante años han sido y siguen siendo las más habituales. Están sujetas a la horquilla con pernos y pueden ser tanto de montaje rígido como de montaje flotante. Las primeras forman parte de la horquilla, ya que lo que es flotante es el disco, mientras que las segundas tienden a ser un poco menos rígidas e incluso se pueden mover mínimamente con la mano.
- Pinzas radiales. Este tipo de pinza de freno se comenzó utilizando en la competición, con lo que supuso un avance en los sistemas de frenado. La rigidez que presentan es mayor, con lo que la moto se para más rápido y mejor. En ellas se elimina la posible flexión lateral y posibilitan incluso el cambio de diámetro de los discos.

Problemas en la pinza de freno
En cuanto a las posibles averías que las pinzas pueden presentar, hay que poner atención a los síntomas que nos avisan de que quizás deban sustituirse:
- Se observa líquido en ellas (puede deberse a que hay alguna fuga).
- Si la rueda frena menos que la otra o incluso si la moto se va un poco de atrás al hacerlo.
- Si las pastillas tienen algo de movilidad al inspeccionarlas.
- Si el disco tiende a sobrecalentarse.
Mantenimiento
El principal mantenimiento tanto de la pinza de freno como de otros componentes del sistema de frenado en general es la limpieza. Los elementos externos y la suciedad tienden a deteriorar las piezas, que no solo han de lidiar con su desgaste por uso, sino con obstáculos cuando lo llevan a cabo.
En este caso lo más adecuado es desmontar la pinza de freno y limpiarla detenidamente con productos específicos. Hay que recordar que los frenos son esenciales para la seguridad del motorista, con lo que conviene revisarlos a conciencia.