El turbo para moto es un sistema que servía años atrás, para ganar algo de potencia y hacer el motor más eficiente, aun así, a día de hoy prácticamente está en desuso y nunca ha llegado a arraigar en la moto de la misma forma que sí lo ha hecho en otro tipo de vehículos.
En este artículo te explicaremos por qué no se utiliza el turbo en prácticamente ninguna moto desde la década de 1980, y cuáles eran las características que tenían las motos que sí contaba con ese componente para ganar potencia en el motor.
¿Cómo eran las motos con turbo?
Como hemos dicho, hace ya cerca de 40 años que se comenzó a experimentar con el turbo en las motocicletas. En aquel entonces, esta pieza se colocaba en motos deportivas de competición.
Una de las razones por la que se acabó retirando era porque convertía el comportamiento de la moto en algo violento y peligroso. Además, también suponían una complicación para los técnicos y mecánicos.
Debido a la gran y explosiva personalidad que tenían estas motos, su venta estaba restringida y solo podían conducirse por circuitos autorizados. Además, al tener todas sus piezas mecánicas reforzadas, hacía que su precio fuera mucho más caro de lo normal.
¿Por qué no se utiliza el turbo en las motos?
En la historia del turbo, han sido pocas las empresas fabricantes de motocicletas las que se han aventurado, sin éxito, a probar la incorporación del turbo en sus motores, entre ellas, Kawasaki, Honda, Yamaha y Suzuki. Entre los grandes fabricantes, tan solo Kawasaki ha vuelto a recurrir a un propulsor sobrealimentado en una moto, en su conocida H2.
Estas son algunas de las razones por las que no se acabó imponiendo esta tecnología:
El turbo no es rentable
El diseño de un motor con turbo puede ser costoso, hay que tener en cuenta que se deben pagar técnicos, mecánicos, pruebas, prototipos, etc. Con el motor de combustión, supuestamente, sentenciado a desaparecer en cuestión de años, los fabricantes no tienen entre sus planes intentar utilizar esta tecnología.
Alto nivel de peligrosidad
Las motos que lograron comercializarse con turbo hace muchos años, estaban catalogadas como violentas e imprevisibles. Todas superaban los 110 CV y también eran capaces de recorrer grandes distancias en poco tiempo.
Para maniobrarlas había que ser muy hábil y tener mucho cuidado, ya que el turbo convertía a la moto en algo realmente peligroso. Asimismo, en las curvas la moto podía desequilibrarse con mucha más facilidad que una normal.
Alto precio y más peso
Al tener una potencia por encima de la normal, los fabricantes se vieron obligados a reforzar muchos de los componentes de la moto, lo cual incrementaba bastante el coste de fabricación y el peso de la moto. Como resultado, estas motos eran mucho más caras y menos rentables que una normal, lo cual fue un gran problema en su comercialización.
El turbo para moto ha tenido una historia muy corta, sus altos costes de fabricación y el errático comportamiento del vehículo fueron clave para que desechara este componente, no obstante, puede que con los nuevos motores eléctricos que están llegando, veamos en un futuro motos con turbo de nuevo en el mercado.