La edición 2022 del Tourist Trophy de la Isla de Man dejó muchos nombres propios, algunos que siguieron haciendo historia en la prueba como los de Peter Hickman y Michael Dunlop -que se repartieron las victorias individuales- y otros que completaron una actuación fantástica con medios bastante más modestos. Uno de ellos es Raül Torras.
Una vez más, el piloto catalán fue el único representante español en el IOMTT, al que en este 2022 acudió con la estructura del Toll Racing Team que él mismo montó junto a Carles Ollé a partir de algo tan cotidiano como un tuit, y que en este mes de junio por fin alcanzó el objetivo que el Covid-19 había pospuesto: participar en la prueba más emblemática del mundo.
Lo hizo además en todas las categorías individuales, con tres motos para hacer las seis carreras… y llevarse a casa seis réplicas de bronce (aunque la del Senior TT todavía no le ha llegado), algo que solamente hicieron tres pilotos: Peter Hickman, Rob Hodson y él.
Tras semejante hito, Raül Torras atiende a MOTOCICLISMO en una entrevista en la que desgrana todo lo sucedido en la isla y que constará de cuatro partes, estructurada en orden ascendente de categoría. Así pues, empezamos por Supertwin, donde finalizó en la 15ª posición (su mejor resultado en el TT mejorando el 18º del Senior TT de 2018) con una Aprilia RS 660.
Cambios mínimos
La Aprilia RS660 es una moto que llegó a ultimísima hora, cuatro o cinco días antes de salir hacia la North West. Es una moto a la que solo tuve tiempo de desmontar, quitar luces, faros, intermitentes y todas esas cosas, y montarle un tubo de escape Akrapovic de Aprilia. No es de fábrica ni nada especial, es el Akrapovic que te vende la misma Aprilia. Latiguillos metálicos para quitar el ABS y esas cosillas, y lo típico: los supresores para que no diese fallos al quitar luces, intermitentes, pata de cabra… y un amortiguador trasero Öhlins.
Puesta a punto exprés
Con lo cual llegamos a la North West y al TT con una moto realmente de serie. El motor sin rodar, solo lo había arrancado en el garaje de casa, para comprobar que arrancaba una vez desmontadas luces, intermitentes y demás. Al TT llegamos con una moto completamente de serie, con una horquilla delantera de serie, solo con una horquilla delantera, un escape y un Öhlins trasero que no es un TTX, es un Öhlins que venden para esta moto, que es muy básico.
Problemas de consumo
Una moto que los primeros días me dejó tirado por el tema de consumo. El depósito original es de 16 litros y además es de plástico, con lo cual no se puede ampliar de forma fácil, hay que hacer un depósito nuevo y no nos dio tiempo a hacer nada, ni a controlarlo, así que para el TT tuvimos que hacer dos cosas: limitarla a 11.000 revoluciones, porque estas motos por reglamento técnico están limitadas a 11.000 revoluciones. Con lo cual, tener una moto estrictamente de serie, incluso el filtro de aire de serie, salvo el Akrapovic, el Öhlins trasero y los latiguillos metálicos, una moto de serie. Frontal de serie, etcétera.
La única solución posible
Al tener el depósito de serie los primeros días vimos que íbamos cortos, incluso un día me quedé tirado en Bungalow. ¿Y qué hicimos? Pues como la moto tenía que cortar a 11.000 revoluciones en el TT, pusieron un power commander para limitarla a 11.000, así que al tener el power commander y poder tocar un poco la inyección, le quitamos gasolina. Hicimos que la moto fuese un poco más seca de lo que tenía que ir, de su combustión óptima. Y la moto iba seca, de esta forma pude completar las vueltas. Así, con una moto de 16 litros podíamos dar dos vueltas.
Top 15 con moto de serie
Entre que el motor era estándar y le faltaba gasolina, pues esa moto no corría nada. Pero, aun así, súper contentos porque hice un top 15 en Supertwin con la moto más de serie y más sencilla de toda la parrilla. Así que súper contentos, y Optimark, que es el dueño de la moto y el espónsor, estaba saltando de alegría. Es la moto más de serie que a lo mejor ha corrido el TT. Igual no nunca, pero digamos en los tiempos modernos, haciendo un top 15. Fantástico.
En la siguiente entrega, Raül Torras nos cuenta cómo fueron las dos carreras del TT Supersport con la Yamaha YZF-R6.