Uno de los modos de saber si un casco es lo suficientemente seguro y va a ser capaz de protegernos en el momento de tener una caída o un accidente pasa por echar un vistazo al informe SHARP (Safety Helmet Assessment and Rating Programme), ya que se trata de una iniciativa surgida en Reino Unido con el objetivo de comprobar qué modelos homologados ofrecen mejores prestaciones.
De ese modo, los usuarios sabrán a qué atenerse cuando desembolsan una cantidad por el casco que debe salvaguardar sus vidas al montar en motocicleta. Por supuesto, una de las máximas de los responsables de este test es la imparcialidad y la objetividad en el momento de evaluar cada uno de los cascos que pasan por sus manos, los cuales, por cierto, son los máximos posibles.
Ni que decir tiene que siempre hay voces discordantes con este tipo de informes, pero en la actualidad, el SHARP es uno de los métodos más fiables que hay en el mercado para la mayor parte de los motoristas.
Más allá de la homologación
Partiendo de la base de que el test SHARP solo evalúa cascos homologados, el usuario tendrá a su disposición los resultados de las pruebas que hacen para ofrecer datos sobre cada uno de los cascos. De hecho, no hay muchas más formas de saber más allá de lo que dice el propio fabricante o de otras pruebas menos populares y con menos medios.
Es decir, se puede atener a información comparativa entre diferentes modelos para tomar la decisión que se considere más correcta… e ir así más allá de referencias de las marcas, ya que incluso dentro de estas no todos los cascos ofrecen la misma protección.

¿En qué consiste el test SHARP?
El método con el que se evalúa es el siguiente. Se compran los cascos de incógnito en cualquier comercio dedicado a ello y después se realizan todas y cada una de las pruebas que van a delimitar su capacidad de protección. No en vano, se llevan a cabo un total de 32 impactos, en los que se golpea a cada casco lineal y oblicuamente, así como diversos tipos de superficies, como puede ser una llana u otras simulando un bordillo. Y por supuesto, se realizan los impactos en todas las partes del casco: detrás, delante, en la zona superior, en el lado izquierdo y en el lado derecho.
Esto mismo se lleva a cabo con diferentes tamaños de casco, ya que no en todas las tallas siempre funcionan del mismo modo.
Evaluación final
Una vez que se han realizado todas y cada una de las pruebas, se pasa a calificar la seguridad de cada casco. Y para que todo el mundo lo entienda perfectamente, se realiza mediante estrellas, siendo la nota de cinco estrellas la más elevada, mientras que la de una obviamente es la menor de todas. Cabe señalar que aun teniendo una, ese casco protegerá por encima del mínimo legal, ya que estará homologado y preparado para realizar su labor con total garantía.