¿Cómo fue la rivalidad Doohan-Crivillé?

El español fue el piloto que mayor resistencia puso al australiano durante sus cinco campeonatos del mundo.

Mick Doohan y Álex Crivillé, una rivalidad bien entendida (Foto: Gold & Goose)
Mick Doohan y Álex Crivillé, una rivalidad bien entendida (Foto: Gold & Goose)

Cuando echamos la vista atrás y analizamos la trayectoria de Álex Crivillé, primer y único campeón del mundo español en 500 cc, nos damos cuenta de que su época en el equipo Repsol Honda tuvo un mérito que muchas veces no se le reconoce. Y es que durante el dominio total que Michael Doohan tuvo en el mundial con sus cinco títulos consecutivos, solo el catalán tuvo la oportunidad de hacerle sombra en algún momento.

¿Maestro y aprendiz?

La rivalidad Doohan-Crivillé no fue la típica en la que el talentoso joven consigue derrotar al veterano ganador curtido en mil batallas, sino más bien la carrera que el joven talentoso tuvo que hacer para no ser engullido por uno de los mejores pilotos de todos los tiempos en sus mayores momentos de esplendor. No en vano, cuando Crivillé llegó al equipo oficial de Honda, lo hacía después de haber ganado el título en 125 cc con una JJ Cobas y de haber brillado en sus intervenciones en 250 cc y en 500 cc.

Por su parte, Doohan había estado cerca del título en 1992 (hasta que tuvo una fuerte lesión que le impidió derrotar a Rainey) y empezaba a demostrar que era el mejor piloto de la categoría. Los grandes nombres de finales de los 80 y principios de los 90 comenzaban a retirarse y el australiano no encontraba rivales en la parrilla. De hecho, cuando Crivillé llegó al equipo, el propio Doohan le acogió como “un caballero”, tal y como explicó en su momento el español. 

Álex Crivillé y Mick Doohan protagonizaron el final más recordado de Brno
Álex Crivillé y Mick Doohan protagonizaron el final más recordado de Brno.

Crivillé mejora

El hecho de correr junto al mejor puede llevar a un piloto hacia dos direcciones: la primera de ellas es la de la frustración, es decir, la de rendirse a la evidencia de que será complicado igualar al campeón y abandonar: y la segunda es la de aprender de él y tratar de superarlo. Y esa fue la que siguió Crivillé. 

Poco a poco fue cogiendo experiencia y en 1996 le disputó grandes premios a Doohan. Obviamente, cuando el joven más inexperto adquiere confianza y la capacidad de ganar se produce un cambio. Y fue que la relación cambió. Tal y como recordaba Crivi mucho después: “Cuando ya empezaba a rodar rápido y a calcar sus tiempos, pasé a ser rival directo y nos hablábamos lo justo. Teníamos una relación cordial pero muy justita porque sabía que era su rival más directo. Lo llevábamos bien, con respeto".

El peor momento se produjo cuando en una dura pugna por la victoria en Australia, el español tiró al australiano, lo que despertó las iras del público en Eastern Creek. "Yo lideraba la carrera y, al final, él entró por dentro, me sacó fuera, me tocó y yo quería ir a por la victoria. Entré colado en una curva donde Mick estaba casi parado, levantaba la moto para acelerar y yo impacté con él. Fue una carrera complicada, porque corría en casa de Mick Doohan y lo tiré", reconoció.

A pesar de todo, la cordialidad se mantuvo en el box del Repsol-Honda. En 1997, Crivillé tuvo una lesión y no estuvo en disposición de pelear, y en 1998 acabó tercero en el quinto campeonato de Doohan. Así las cosas, en 1999 la Suzuki de Kenny Roberts Jr. empezó como un tiro con dos victorias, y en el tercer GP, Doohan sufrió una grave lesión que lo apartó del campeonato. Crivillé cogió su testigo y fue capaz de ganar el mundial con una Honda que no era tan dominante como en años anteriores. “Cuando Mick tuvo el accidente tan grave en Jerez en 1999, regresó para ayudarme y aconsejarme”, recuerda un Crivillé que siempre ha demostrado respeto y admiración por el campeón australiano.

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Mick Doohan. Fuente: Gold & Goose

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