Hablar de Dakar y de pilotos femeninas es hacerlo sin dudarlo de la catalana Rosa Romero, ya que ha corrido en nueve ediciones de esta dura competición; siete de ellas a lomos de una moto. La última, a comienzos de este año en la última celebración de esta prueba y a la que fue como copiloto del canario Pedro Peñate. Ambos formaban parte de la Expedición Canarias Dakar 2022 y participaron dentro de la modalidad de vehículos ligeros T3 a bordo de un Can-Am Mavericks X3 XRS; el cual había sido desmontado en cada una de sus piezas y vuelto a montar para dar vida a un vehículo más fiable y totalmente listo para esta dura travesía entre el desierto.
Una manera un tanto diferente de afrontar el Dakar, ya que en la mayoría de las ocasiones la catalana ha ido subido a una moto. Sin embargo, algún que otro accidente durante la competición, unido a la preocupación de su familia por si un día le pasaba algo, hicieron que Rosa Romero se planteara seguir compitiendo en esa cita; pero dejando la moto y siendo copiloto. Una decisión que no le ha pesado y que, como reconoce, le gusta sobre todo por la parte de la labor de navegación junto con un compañero con el que trabajar en equipo.
Conociendo a Rosa Romero
El Dakar no tiene secretos para la que es mujer de Nani Roma y que desde niña soñaba con tomar la salida en una carrera tan apasionante y dura, a partes iguales, como esta. Y eso que esto de las motos no era algo que estuviese muy arraigado en su familia; sus hermanos sí tenían una moto de trial que Rosa cogía de vez en cuando. Hasta que cumplió 18 años y se hizo realidad su sueño de tener una propia: una Merlin Nómada 600.
Esa pasión por las motos no le viene de su familia, ni siquiera de su marido, sino de Teresa Dot que fue por la que Rosa Romero empezó a competir de manera algo más profesional en la modalidad de enduro en el año 1994.
Esa dedicación deportiva a lo largo de su vida la ha ido compaginando con su perfil profesional como Ingeniera de Telecomunicaciones, al tiempo que se encargaba de la gestión de la Fundación Nani Roma. Por si fuera poco, las horas del día no son suficientes para esta mujer todo terreno que además es madre de tres hijos: Abril, Júlia y Marc. El matrimonio de amantes del motor y la velocidad comparten con sus hijos no solo esa pasión por las ruedas, también su amor por la naturaleza y los animales. Compañeros de vida en su apacible refugio en mitad del campo donde la familia tiene su hogar y residencia.
Una mujer pionera
En el mundo del motor, el nombre de Rosa Romero es toda una institución ya que ha abierto el camino a muchas mujeres que querían hacerse un hueco en un mundo dominado por hombres. Una perseverancia, un esfuerzo y una ilusión que ha sabido trasladar a la competición cuando ha participado en el Dakar. Así, era el año 2006 cuando se estrenó en esta exigente prueba y en su cuarto intento, cuando ya formaba parte de las filas del Himoinsa Racing Team, pudo terminar por completo su primer Dakar en el año 2015.
