No cabe duda alguna de que Torrot es una de las marcas de bicicletas y motocicletas más conocidas de España en las últimas siete décadas. Cualquier aficionado (e incluso quienes han montado alguna vez en bici) conoce el fabricante cuyo nombre es un palíndromo, es decir, que se lee igual de delante hacia atrás como en sentido inverso.
Y tampoco hay duda de que Torrot ha experimentado una evolución reseñable, ya que se ha convertido en los últimos años en una de las marcas abanderadas del motociclismo eléctrico en nuestro país.
De los pedales a la electricidad
Para entender mejor cómo ha sido el periplo de Torrot como marca, lo mejor es echar un vistazo a los momentos claves de su existencia, los cuales se resumen en los siguientes puntos:
- Todo comenzó en el año 1948, cuando Luis Iriondo fundó en Vitoria una fábrica dedicada a la producción de bicicletas y ciclomotores. Su nombre fue Iriondo SA.
- Poco después firmó un acuerdo con la marca francesa Terrot para fabricar bajo su licencia. Eso hizo que la firma pasara a denominarse Terrot SAE.
- En 1958 Peugeot compró Terrot, de manera que la empresa de Iriondo dejó de contar con la licencia. Y eso fue lo que llevó al dueño a variar levemente el nombre y fundar Torrot.
- De ese modo, durante los siguientes años, Torrot obtuvo éxito en el mercado español vendiendo bicicletas y ciclomotores, con destacados modelos como Mustang o TT, ambos con motor Sachs.
- Sin embargo, perdió relevancia a comienzos de los 80 y en esa misma década desapareció como empresa.
- Sin embargo, alguien volvió a acordarse del famoso palíndromo y en 2011 Torrot regresó a la escena nacional. Todo se debió a una colaboración entre el Instituto Andaluz de Tecnología (IAT), el centro tecnológico catalán Fundación Ascamm, Automotive Technical Projects (ATP), el Grupo Constant y Edalma Inversiones, junto a los que eran propietarios de la marca. La nueva empresa tendrá como nombre Torrot Electric Europa SL, lo que da una buena muestra de por dónde iban a ir los tiros a partir de ese momento.

- En 2014 se fabricó la CitySurfer, una bicicleta eléctrica que albergaba una potencia de 250 w y una autonomía de entre 50 y 60 kilómetros. Además, se pusieron a la venta motocicletas eléctricas destinadas al público infantil y con la posibilidad de un control paterno sobre la potencia de la máquina.
- En 2015 Torrot se alejó de su objetivo eléctrico y adquirió Gas Gas, compañía que se encontraba en concurso de acreedores.
- En 2017 vendió 1.200 unidades de su modelo Muvi en solo nueve meses, llegando a operar hasta en 30 países, a los que estaba destinado el 90% de su producción. Ese mismo año trasladó su sede social de Cataluña a Aragón (Zaragoza) por los problemas políticos existentes.
De este modo, Torrot se ha convertido en un referente en el mercado eléctrico y basa sus principios como compañía en la sostenibilidad, la comodidad del usuario, la resistencia de sus producciones y la tecnología vanguardista.