Jorge Lorenzo calma las aguas de MotoGP después de una llamada de Marc Márquez

La polémica por lo sucedido en la primera curva de Motorland Aragón queda enterrada.

Motociclismo

Jorge Lorenzo calma las aguas después de una llamada de Marc Márquez
Jorge Lorenzo calma las aguas después de una llamada de Marc Márquez

Todo aclarado, o al menos eso parece. Después de la agria polémica vivida a lo largo de la tarde del domingo, con la acusación de Jorge Lorenzo hacia Marc Márquez de haber provocado su caída en la primera curva de Motorland Aragón -y de la consiguiente réplica del de Cervera ante los micrófonos-, la noche del lunes ha sido la de la vuelta de las aguas a su cauce en la primera plana del Campeonato del Mundo de MotoGP, donde se estaba hablando más del susodicho incidente de la primera curva que del bellísimo duelo que tuvo lugar a final de carrera.

En su cuenta de Twitter, Lorenzo encadenaba unos cuantos tuits para aclarar lo sucedido y para matizar sus duras palabras del día anterior. Reconoce que los dos fallaron y, si bien insiste en que fue la tardía frenada de Márquez -a la postre ganador de la carrera y que ha dejado el título bastante encarrillado- la que desencadenó la acción; también recalca que no se hubiera caído "de abrir menos gas o si hubiera decidido levantar la moto e irme recto".

Al concluir la explicación (más bien aclaración) de los hechos, el pentacampeón del mundo confiesa también que recibió una llamada de su futuro compañero en el box del Repsol Honda Team: "Aclarada mi versión, quiero comunicaros que esta tarde he recibido una llamada de Marquez interesandose por mi estado, cosa que le honra", subraya Lorenzo, cuya presencia en el Gran Premio de Tailandia no está todavía confirmada, y a buen seguro dependerá de la revisión médica a la que se someterá este mismo jueves. Hoy martes por la mañana, llegaba la respuesta tuitera de Márquez: "Recupérate pronto, nos vemos en Tailandia".

Jorge Lorenzo calma las aguas después de una llamada de Marc Márquez

Jorge Lorenzo calma las aguas después de una llamada de Marc Márquez

Unos pocos minutos antes de aclarar lo sucedido en Twitter, ya había utilizado otra de sus redes sociales (en este caso Instagram) para hacer pública una reflexión un tanto más profunda sobre lo sucedido en el trazado aragonés; pero en esta ocasión tratando el tema desde una perspectiva mucho más global dentro de su trayectoria y su vida y desde un punto de vista totalmente personal, tomándoselo con mayor filosofía y, sobre todo, con bastante más optimismo del mostrado el día anterior:

"Siempre he pensado que la vida y el deporte son como una montaña rusa, una mezcla de momentos y emociones", comienza su exposición. "Como en la famosa atracción, muy pronto nos podemos encontrar con una subida, larga y estable. Cuando eres novato, piensas que tu vida va a ser siempre así, en continua ascensión", recuerda apelando a sus inicios.

"Piensas, ingenuamente, que esas bajadas que han sufrido tus padres o tus amigos no las vas a tener que pasar tú. Incluso a los que, como yo, hemos subido y bajado cientos de veces nos gusta obviar lo que ya sabemos: Todo lo que sube tiene que bajar", afirma el balear, que prosigue con la particular metáfora, a la que poco a poco va agregando el símil del motociclismo:

Jorge Lorenzo calma las aguas después de una llamada de Marc Márquez

Jorge Lorenzo calma las aguas después de una llamada de Marc Márquez

"Porque al final siempre llega esa caída, a veces tan abrupta y larga que parece que va a ser el fin (aunque casi nunca lo es). Entre esos dos momentos extremos también hay subidas y bajadas más cortas, tirabuzones que te hacen perder el norte y curvas ciegas que te imposibilitan saber cual va a ser tu destino con exactitud. Gracias a ese contraste de emociones uno se llega a sentir vivo y por eso las montañas rusas son tan adictivas", prosigue el piloto de Ducati, cuya reflexión alcanza tintes un tanto taoístas:

"Para poder apreciar la satisfacción y seguridad de una subida necesitas pasar por la angustia y las dudas que te genera una bajada. Para poder apreciar la claridad de visión necesitas pasar por los tirabuzones y para que la vida no se vuelva previsible son necesarias las curvas ciegas", conviene antes de pasar a centrarse en lo particular: lo sucedido en el Gran Premio de Aragón:

"Creo que cada uno de nosotros vivimos montados en nuestras montañas rusas particulares. Y aunque a veces algunas nos lleguen pre fabricadas, en la mayoría de los casos somos nosotros mismos los ingenieros/constructores de las mismas. Eso sí, una vez subidos al vagón solo podemos decidir la manera que vamos a vivir esos momentos. Yo, ayer viví mi última bajada. No me gustó. De hecho la odié con todas mis fuerzas mientras me auto maldecía por no haberla previsto antes. Ahora, tumbado en la cama y con el pie envuelto en una bolsa de hielo, no dejo de pensar cómo puedo mejorar mi próxima montaña rusa y si voy a conseguir vivirla mejor", finaliza Lorenzo.