El italiano Andrea Dovizioso, recientemente retirado, es el perfecto ejemplo de que se puede ser campeón mundial y ser mucho más recordado por tus subcampeonatos, algo que también les sucede a leyendas como Max Biaggi o Dani Pedrosa.
En el caso de ‘DesmoDovi’, su periplo en Ducati fue tan extenso y prolífico que a mucha gente se le olvidó que pasó más tiempo subido a motos Honda: hasta diez temporadas seguidas. Tras debutar en Mugello 2001 haciendo un wild card con una Aprilia RS 125, llegó al Mundial a tiempo completo en 2002 con una Honda RS125R del Scot Racing Team.
En 2003 llegaron sus primeros podios, y en 2004 las victorias… y el título mundial. Aunque logró más triunfos que nadie, cimentó el título en una excelente regularidad, terminando todas las carreras menos una y siempre en el top 4 para aventajar en 91 puntos al subcampeón, Héctor Barberá.
Pasó al cuarto de litro con el Scot y una Honda RS250RW. La adaptación fue fantástica: rookie del año ante Jorge Lorenzo y tercero en la general tras Dani Pedrosa y Casey Stoner, que pondrían rumbo a la clase reina en un 2006 donde Dovi logró su primer subcampeonato mundial al ser batido por 17 puntos por Lorenzo tras lograr solo dos triunfos. La historia se repitió en 2007: dos triunfos y otra vez subcampeón, esta vez a 52 puntos del balear.
Para 2008, el Scot decidió asociarse con el JiR para dar el paso a la clase reina junto a Dovi, que cuajó un fantástico año de rookie al terminar quinto con un podio. Eso llamó la atención del Repsol Honda, donde logró su primer triunfo en MotoGP en un empapado Donington. Era imposible predecir que pasarían más de siete años hasta la segunda.
Sobre todo, porque coleccionaba podios a mansalva: siete en 2010 y en 2011 (año en el que terminó tercero) antes de fichar por el Tech 3, donde logró seis con la Yamaha después de pasar diez años con Honda. Solo estuvo un año, ya que decidió aceptar la oferta de una Ducati en horas bajas que había arruinado dos años la carrera de Valentino Rossi.
Pese a no subir al podio en 2013, jugarse todo al rojo fue el gran acierto de su vida. Moto y piloto fueron progresando de la mano y los podios llegaron, se multiplicaron y dieron paso a las victorias: la de Sepang 2016 en lluvia fue el preludio de un año mágico en el que logró hasta seis, algunas inolvidables frente a un Marc Márquez que parecía imbatible.
No consiguió batirle, pero en aquel 2017 le llevó al límite. Tanto que el español estuvo a punto de caerse cuando se jugaban el título en Valencia. Al final se cayó él y tuvo que conformarse con el subcampeonato… que repetiría los dos años siguientes logrando cuatro victorias más en 2018 y dos en 2019, años en los que Márquez dominó sin piedad.
Tras 2017, su segunda gran ocasión de ser campeón llegaría en 2020 con la lesión del 93, pero no la aprovechó. Le bastó para lograr la última de sus 24 victorias (15 en MotoGP) y los dos últimos de sus 103 podios (62 en MotoGP), en el que fue su adiós a Ducati, tomándose un año sabático.
Regresó a finales de 2021 con una Yamaha satélite para retirarse definitivamente en Misano 2022 tras 346 grandes premios, un título y hasta cinco subcampeonatos, solo por detrás de los ocho de Eugenio Lazzarini y los seis de Valentino Rossi.