Suzuki V-Strom 1050 XT, una trail para todos

La nueva V-Strom 1050 XT va a hacer soñar a los más clásicos y también hará las delicias de los seguidores de las trail de asfalto actuales, por su diseño inspirado en la DR Big y por las últimas evoluciones técnicas que ha recibido. Una moto para todos y para todo.

Sergio Fernández. Fotos: Jaime Olivares

La Suzuki V-Strom XT está especialmente pensada para el asfalto
La Suzuki V-Strom XT está especialmente pensada para el asfalto

La llegada de las trail africanas a finales de los años 80 marcó a varias generaciones y su aparición supuso una nueva vía que se abrió camino entre las deportivas que dominaban la escena. Esa esencia del mundo trail más aventurero, reforzada por un Dakar salvaje e impactante, hizo que muchos se enamorasen de motos como la Africa Twin, la Super Tènèrè y cómo no, de la DR Big, en la que se ha inspirado la última V-Strom que ha llegado al mercado, la 1050 XT de esta prueba.

Lo estamos viendo en el cine, la televisión, la ropa y también en el mundo del motor, donde los modelos y las tendencias de hace décadas han vuelto con fuerza. Y los 80 tienen fuerza, solo hay que ver la serie Stranger Things, las Nike Air Jordan Retro 1 o este homenaje a una moto icónica sobre una trail actual. Suzuki ha trabajado para actualizar un modelo que encaja con las demandas de los cada vez más seguidores de este segmento y que desde que salió ha destacado por ser el reflejo más práctico del concepto trail: una moto que funciona bien en todos los ámbitos. Pero con la aparición de una competencia cada vez más especializada le faltaba un poco de personalidad para marcar su territorio, algo que se ha solucionado en esta versión 2020. También es cierto que en la versión precedente ya se empezó este camino bajo la supervisión del diseñador Tomoya Murakami, que utilizó el faro cuadrado y el pico pato clásico de la marca, pero ahora han ido un paso más allá, ya que la decoración es igual a la DR 750 Big y si le montas el cubrecárter y las maletas, el aspecto general es clavado al de esta clásica.

Suzuki V-Strom 1050 XT
Suzuki V-Strom 1050 XT

Suzuki V-Strom 1050 XT: Equilibrio

No hay una palabra que defina mejor a esta Suzuki V-Strpom 1050 XT: equilibrio. Es algo que se ha asociado a las V-Strom desde su aparición, dado que siempre han sacado buena nota en todas las asignaturas, ya fuese en las 650 o en la 1.000. Y ese ADN se ha ido transmitiendo generación tras generación y sigue así en esta 1050, que tiene unas dimensiones y unas cifras que la sitúan entre las más accesibles del mundo trail, en el que muchas veces hay motos que son exigentes de llevar por su tamaño, ya sea entre coches o por el campo. La apuesta de Suzuki sigue estando muy orientada al asfalto, gracias al chasis doble viga de aluminio que la sujeta, al neumático delantero de 19 pulgadas, aunque en esta versión XT las llantas sean de radios, y a las suspensiones de 160 mm. Así que eso la sitúa ya en un subsegmento dentro de las trail, pero más allá de su faceta de carretera lo primero que percibes es su accesibilidad o su faceta amable en términos figurados. Empezando porque el asiento no está muy alto, a 850 mm, e incluso con las maletas puestas te puedes subir sin tener que hacer estiramientos antes. Una vez ahí te sientes como en casa por la disposición de los mandos, la ergonomía del piloto y por su sencillo manejo.

Ofrece menos “gadgets” pero tiene los suficientes, modos de motor, control de tracción y ABS regulables, que puedes cambiar en cualquier momento con dos pulsadores, así que la configuración a tu gusto es sencilla. La instrumentación también tiene un toque como de videojuego de finales de los años 80 y, aunque ofrece variada información, los números son un poco pequeños. Puede ser que los japoneses tengan mejor vista de cerca que nosotros… algo que hay que empezar a tener en cuenta para un gran número de usuarios. De hecho, tardé un rato en darme cuenta de que había indicador temperatura ambiente, un dato útil a la hora de hacer turismo.

El panel de instrumentos de la Suzuki V-Strom 1050 XT tiene un toque a videojuego de los 80
El panel de instrumentos de la V-Strom 1050 XT tiene un toque a videojuegos de los 80

Suzuki V-Strom 1050 XT: Motor progresivo

La idea de Suzuki de hacer motores suaves ya estaba en la primera DR Big, que tenía dos ejes de equilibrado para suavizar el monocilíndrico más grande del momento. El bicilíndrico actual en V a 90º tiene un comportamiento tal que si no conoces su configuración piensas que es un motor en línea. Las vibraciones son muy bajas y hay que esperar muy poco desde que sueltas el embrague para que todo funcione con perfecta sincronía. Los grandes pistones comienzan a fluir desde las 2.000 rpm de manera progresiva y el nuevo acelerador electrónico hace que además tengas mucho control de cómo responde el motor. Eso sí, las diferencias entre cada modo (A,B y C) son poco notables, algo que hemos visto en más de una ocasión con el SDMS entre algunos de sus modos.

Tan solo la curva C reduce más la entrega, pero al ser un motor tan progresivo tampoco es necesario cambiar mucho su respuesta, así que en ningún momento echas de menos un cambio importante en su carácter como si puede pasar en los propulsores que rondan los 150 CV. Este es un ejemplo de que si mecánicamente eres capaz de hacer una base equilibrada tienes menos trabajo para la electrónica, porque en bajos y medios es agradable, lineal y predecible, y si lo llevas hasta la zona roja ofrece unas prestaciones más que suficientes para este tipo de moto. Este año Suzuki declara 7 CV más que le da un poco más de "punch", consiguiendo como decía un motor muy completo para grandes viajeros o usuarios de todos los días, si bien es cierto que los que estén buscando una trail de altas prestaciones echarán en falta esa pegada de modelos más potentes. Pero pensando en la vida de un usuario trail medio, esta Suzuki V-Strom 1050 XT está muy conseguida en ese equilibrio entre prestaciones y usabilidad, además este año incorpora un práctico control de crucero para los tramos largos a velocidad mantenida. Te permite descansar la mano en tiradas largas por autovía y ahí descubres lo suave que va 120 km/h, es como la sensación que tienes en un barco de buen tamaño percibes el motor funcionando muy a lo lejos de una manera constante, así que sabes que está ahí en un segundo plano, pero sin emitir vibraciones o sonidos que te despisten del viaje.

Suzuki V-Strom 1050 XT
Suzuki V-Strom 1050 XT

Aunque sea caer en lugares comunes cuando se trata de Suzuki, hay que decir que el tacto general del cambio y del embrague de esta Suzuki V-Strom 1050 XT es suave, ya que el sistema hidráulico no requiere apenas presión en la maneta y las marchas entran sin esfuerzo, pero también hay que mencionar que se echa de menos a estas alturas un sistema de cambio semiautomático, algo que se ha popularizado ya a todos los segmentos y que te ahorra movimientos a la hora de subir y bajar de marcha. Hablando de ayudas electrónicas el control de tracción lleva ya en la V-Strom desde la generación anterior, si bien ahora recibe la ayuda de una IMU que lo hace más preciso y rápido, de modo que se sitúa en los estándares actuales y se puede regular en tres posiciones. Lo normal es que no lo necesites, pero si lo haces verás que funciona bien, incluso en el campo te puede echar una mano si no eres un piloto off road experimentado y te permite explorar todo tipo de terrenos con confianza. Si por lo que sea te pasas de aventurero y la moto acaba en el suelo, esta versión XT está más preparada gracias a las defensas tubulares de acero y al cubrecárter de aluminio, que evitan daños en caso de caída. También ofrece detalles prácticos como el caballete central, el asiento regulable en altura, la segunda toma de corriente, el anclaje de las maletas, la iluminación full led, los cubremanetas y una electrónica un poco más completa. Todo esto supone un incremento de precio de 1.600 euros sobre el precio de tarifa de la versión normal.

Suzuki V-Strom 1050 XT: Tú eliges el destino

Esta Suzuki V-Strom 1050 XT te permite un gran radio de utilización, quitando los terrenos off road más complicados puedes llegar donde te propongas. Su fuerte son los viajes por carretera, ya que tiene un comportamiento muy noble en cualquier trazado gracias a un chasis que siempre le ha dado una gran estabilidad y un comportamiento muy dinámico. Si la base es buena es más fácil hacer que luego todo funcione en consonancia, así que las suspensiones ya tienen trabajo hecho pero en cualquier caso funcionan bien ya sea en conducción un poco más alegre en una carretera de buen asfalto o en tramos más bacheados.

La horquilla invertida Kayaba es multirregulable de manera que la puedes ajustar a tus necesidades y en el amortiguador trasero se pueden regular la extensión y la precarga, pero es esta última la que resulta de más ayuda. Esto lo percibes cuando llevas las tres maletas con carga y pierdes algo de aplomo en el tren delantero, ya que con darle un par de vueltas al mando remoto, muy fácil de regular desde la parte inferior del asiento, vuelves a recuperar la precisión habitual.

La Suzuki V-Strom 1050 XT es una moto fácil de llevar, con un comportamiento neutro en curva y suficientemente ágil. Además, el equipo de frenos cuenta con pinzas radiales de cuatro pistones que tienen potencia y tacto. A lo que hay que añadir que el ABS, con función de inclinación ahora, también tiene un sistema combinado y ayuda en cuesta, de modo que a la hora de detener la moto incrementa la estabilidad, distinguiendo entre frenadas de emergencia y con pasajero. Teniendo en cuenta su comportamiento se puede decir que es una buena compañera para todo tipo de carreteras y que no hace falta una gran experiencia para sacarle partido y disfrutar con ellas. Tan solo pierde un poco de terreno fuera de carretera, pero es cierto que la unidad de pruebas llevaba neumáticos de asfalto, así que soltando un poco las suspensiones y montando unas gomas con más tacto también aumentaría su capacidad off road.

Desde el punto de vista de los grandes viajes la Suzuki V-Strom 1050 XT tiene también detalles a su favor la ergonomía que hemos mencionado, el tacto del asiento, el control de crucero y la gran autonomía que le da un depósito de 20 litros. Si a esto le sumamos consumos que rondan los 5 litros a ritmo normal tenemos más de 300 km de autonomía, que suponen una tranquilidad a la hora de planear nuestra ruta. La protección de la pantalla regulable en altura es buena cuando se sitúa en su posición más alta, la única pega es que hay que bajarse de la moto para modificar su posición a través de un sistema un poco retro. Aunque también es cierto que el precio de esta moto está por debajo de su competencia y ofrece un conjunto bastante completo. Suzuki ha seguido dando pasos en un camino marcado por el equilibrio en la saga V-Strom y esta XT es el ejemplo de ello.

Suzuki V-Strom 1050 XT
Suzuki V-Strom 1050 XT, tú eeliges el destino

Suzuki V-Strom 1050 XT: Prestaciones

La ganancia de potencia de la Suzuki V-Strom 1050 XT no ha modificado las bondades de su curva de par, que tiene una extensa meseta desde las 3.500 rpm hasta las 7.000 rpm con valores prácticamente constantes. La curva de potencia es también en consecuencia muy lineal en toda esa franja, con una parte final en la que sigue ascendiendo hasta el corte. No se trata de un motor muy revolucionado ni con una gran potencia específica, lo que redunda en esa generación constante de par que produce una respuesta inmediata a cualquier régimen.

 

Banco y prestaciones Suzuki V-Strom 21050 XT
Banco y prestaciones suzukivstrom1050xt

Suzuki V-Strom 1050 XT: Conclusión

La versión XT ofrece extras interesantes como hemos comentado pero no mucho más, pero sobre todo lo que te da es un toque romántico gracias a las decoraciones disponibles, que era la asignatura pendiente de una moto muy válida para todo pero con no tanto carácter. Ahora, con la llegada de esta versión, la V-Strom 1050 es más completa y atractiva, pero mantiene todas las virtudes que ha tenido la saga desde su concepción. Destaca por ser una moto de buenas dimensiones, tiene suficiente espacio para el piloto, pasajero y carga, pero sigue siendo una moto manejable y fácil de llevar.

La Suzuki V-Strom 1050 XT es divertida en carretera, segura y más completa en cuanto a su equipamiento. Ahora además tiene un poco más de potencia a pesar de la llegada de la Euro 5 y no ha perdido nada de la suavidad que ha caracterizado siempre al motor bicilíndrico en V a 90º, que declara 107 CV y 100 Nm. Su precio es competitivo y ofrece una buena garantía y asistencia en carretera de 3 años. Pero la gama V-Strom 1050 tiene más opciones, la versión normal, la Adventure más equipada y también una XT limitable para el A2. Si quieres una trail asequible, capaz y con un toque retro tienes una interesante opción en este modelo. ¿Y quién no se fijó o disfrutó en su día de una DR Big? Aunque según la edad también pudo ser la versión de 50 cc, en cualquier caso es una moto que está ya en la memoria colectiva y que revive con esta V-Strom 1050 XT.

Suzuki V-Strom 1050 XT
Suzuki V-Strom 1050 XT

 

El equilibrio forma parte del ADN de la V-Strom, y por eso destaca en todos los terrenos

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