Cuando algo empieza a fallar en la mecánica de la moto, algunos dueños se echan a temblar ya que la causa puede ser una avería complicada y cara, de manera que la reparación de la moto puede ser un auténtico quebradero de cabeza.
En ocasiones todo se debe a un simple cambio de alguna de las piezas, pero hay veces en que se produce una avería peor y mucho más costosa. Estas suelen ser las que apuntamos a continuación.
Averías más costosas
- Una de las averías más frecuentes es la del alternador, la pieza clave para la alimentación de todo el sistema eléctrico (incluida la carga de la batería). No se trata de un elemento especialmente complejo en lo que a su funcionamiento se refiere, pero cualquier problema en sus piezas puede llevar consigo la reparación del alternador o la necesidad de sustituirlo por uno nuevo, lo que encarece la reparación de la moto.

- Otra de las peores averías que se pueden tener es en la centralita electrónica, una pieza mucho más compleja que el alternador porque se puede considerar el centro o el cerebro de la moto, ya que es capaz de regular los diferentes componentes, así como de sacar el máximo partido al motor. Por lo tanto, un problema en la centralita puede afectar al correcto funcionamiento de la motocicleta (se encarga de decidir cómo se debe comportar el motor, de gestionar la potencia, de realizar el encendido e incluso de que se active el acelerador electrónico). Ni que decir tiene que dependiendo de la avería, el coste será mayor o menor, pero lo que debe quedar claro a cualquier motorista es que generalmente la reparación no será barata.
- Cuando el embrague empieza a fallar, está claro que se acerca el momento de cambiarlo, una acción que también será costosa para el dueño de la moto. La razón no es otra que el hecho de entrar en juego numerosas piezas. Esto supone que no solo se deba cambiar el embrague (o repararlo) sino que afecta al funcionamiento de más componentes, de manera que si se suma la mano de obra al coste de cada uno de los repuestos, el precio asciende irremediablemente. Obviamente dependerá del tipo de avería, de la moto y de lo que el taller cobre por la reparación.
- Una avería en la bomba de combustible también supone un engorro, ya que es la encargada de suministrar la gasolina a una presión adecuada en el sistema de inyección. Puede ser que falle alguna de las juntas y que se produzcan pérdidas de líquido o existe la posibilidad de que haya que cambiar la pieza al completo por un mal funcionamiento. La diferencia es sustancial, con lo que hay que comprobar en primer lugar si todo se debe solo a un problema menor.
Aparte de estas averías hay otras muchas menos habituales y algunas que sí lo son pero que suelen costar menos como los escapes de líquidos o los fallos en la batería. Por supuesto, no se ha contado como avería el cambio de neumáticos y de otros componentes de la moto, ya que no entran en el terreno de las reparaciones.