Si conduciendo un vehículo, has podido comprobar que con un pequeño toque en el frenado, el coche o moto ha empezado a perder velocidad, debes saber que el pedal guarda una estrecha relación con el servofreno. Es un sistema utilizado practicamente en todos los vehículos de cuatro ruedas, ya sean coches, furgonetas, camiones... Su uso en la industria de la moto es testimonial, pues el bajo peso de las motos exige una menor presión en el circuito hidráulico para detener el vehículo, por lo que el esfuerzo de la mano del piloto unido a la eficacia de la bomba de freno, la pinza y el gran tamaño de los discos suele ser más que suficiente. No obstante, sí hay algunas excepciones, especialmente en la marca BWM, y como el conocimiento no ocupa lugar, no está de más entender cómo funcionan.
¿Qué es el servofreno?
Físicamente, el servofreno es una carcasa negra con forma circular que forma parte del sistema de frenos. Su importancia radica en que funciona como un asistente de frenada, ya que se encarga de amplificar la acción del piloto al momento de querer frenar el vehículo.
Para ello, se aprovecha la aspiración del motor para generar un efecto de depresión, que aplica al mencionado servofreno, que no deja de ser una carcasa cilíndrica con una membrana en el medio para configurar dos cámaras separadas. Una de ellas está unida mediante un tubo a la admisión del motor, cuya depresión hace vació en una de las cámaras del servo, multiplicando así la fuerza que ejerce el conductor sobre el pedal de freno. Un ejercicio práctico para entender su fucionamiento es pisar el pedal cuando el motor está apagado, pues notaremos que tras dos pedaladas el pedal se vuelte muy recio; pero si acontinuación arrancamos el motor vuelve a tener un tacto más blando. Así es como funciona básciamente un servo tradicional, aunque muchos coches utilizan también servofrenos de gestión eléctrica.
¿Para qué sirve el servofreno?
Del mismo modo que un coche, el servofreno de una moto (que lo lleve) es una de las partes más importantes de tu moto y del sistema de frenado, ya que facilita activar el freno de la moto, sin tener que realizar un gran esfuerzo. Sin el servofreno, la fuerza necesaria para poder frenar una moto sería mucho más alta, e incluso podría ser imposible para algunas personas.
¿Cómo saber cuándo el servofreno está fallando?
Tal vez pienses que durante tu desplazamiento en moto, frenar consiste en pisar los frenos y el vehículo se detiene de forma instantánea. En realidad no es tan sencillo, pues la fuerza del pie es multiplicada por muchos métodos: primero por el brazo de la palanca del pedal o la maneta, a continuación por los pistones hidráulicos de la bomba de freno, cuyo tamaño influye en la presión necesaria. También otros factores, como el diseño de la pinza y el tamaño de los discos o los tambores, pues a mayor diámetro mayor será fuerza que se puede aplicar. Incluso, el diseño del manguito del líquido de frenos tiene influencia, pues su flexión puede hacer que la presión no se aplique de forma efectiva.
Bien es cierto que, si le buscamos otro sentido al término servofreno, también se puede considerar que, al contar casi todas las motos actuales con sistemas ABS o de frenada combinada, también se podría decir que los frenos de las motos actuales están asistidos, aunque no en el sentido de aumentar la presión como habitualmente se asocia al servofreno. En su concepto tradicional, el servofreno está presente en muy pocas motos, entre ellas varios modelos de la marca BMW.
Ahora bien, dicho esto, vamos a identificar cuáles son los casos en los que puede notar que este sistema de frenos está fallando:
El pedal se endurece
Si el motor está en marcha, el pedal del freno puede hundirse con facilidad y sin esfuerzo con el pie. Esto indica de que el servofreno está funcionando correctamente. Pero si, por el contrario, al accionar los frenos, este no se hunde y no cede a la presión que se ejerce sobre él, significa que el servofreno no está amplificando el esfuerzo de hundirlo, y debes de comprobar de inmediato porque está ocurriendo.
Dificultad para frenar
Cuando el vehículo está circulando y el piloto desea pisar el freno y aun así, a la moto le cuesta frenar, puede ser también un problema del servofreno, razón por la cual urge llevarlo a tu taller de confianza para una revisión. Recuerda que una moto con problemas al frenar es muy peligrosa y conviene no conducirla.
La distancia de frenado aumenta
Este tipo de fallo es de los más comunes cuando el servofreno está averiado. Generalmente, es una situación previa a la descomposición del sistema de frenado, lo que es un grave riesgo para la vida del conductor, de terceros y para la integridad de todos. Por eso, si notas que empieza a aumentar la distancia de frenado de tu moto, llevarla a un taller.