En la comunidad de Castilla y León se halla un circuito que busca convertirse en un trazado de referencia en la zona norte de España. Se trata del Circuito de Kotarr, el cual se sitúa en la localidad burgalesa de Tubilla del Lago, situada a unos quince kilómetros de Aranda de Duero.
Inaugurado en el año 2008, fue concebido como un circuito de velocidad preparado para que en él se celebraran tanto competiciones nacionales como internacionales.
Un circuito corto
El de Kotarr se caracteriza por ser de tipo corto, ya que solo cuenta con 2.250 metros de longitud (en su variante máxima). Eso sí, a pesar de ello es muy versátil, dado que ofrece un total de nueve configuraciones diferentes que se adaptan a todo tipo de vehículos y de conducción. No en vano, en él se dan citas desde monoplazas hasta turismos, karts y, por supuesto, motocicletas. Todos ellos corren en una pista que tiene una anchura media de diez metros.
Hay que apuntar que en la variante más larga del circuito, los motoristas tienen la oportunidad de poner a prueba su técnica, llegando a alcanzar velocidades que rondan los 250 km/h en su recta principal, lo que demuestra que a pesar de la distancia, se puede correr mucho.

Condiciones de lluvia
Este trazado destaca por disponer de un mecanismo de turbinas que hace posible el riego de la pista en solo unos minutos, de manera que se pueden cambiar las condiciones del asfalto en cuestión de muy poco tiempo. Así, entrenar en condiciones de lluvia (e incluso de hielo) será posible, claro que solo está disponible para momentos puntuales y pensado principalmente para impartir cursos de conducción de seguridad para automóviles.
No obstante, sí que suele emplearse en eventos particulares en los que se enseña a dominar el asfalto cuando está húmedo, sin necesidad de que llueva o de disponer solo de una pista deslizante. En este caso se podría decir que el Circuito de Kotarr se transforma en un trazado deslizante.
Instalaciones del Circuito de Kotarr
El hecho de ser un trazado relativamente reciente es clave para que cuente con todo tipo de instalaciones de última generación, lo que hace más sencilla tanto la estancia como el uso de los diferentes servicios.
En este sentido, el edificio principal dispone de 22 boxes individuales, más otros ocho de mayor capacidad (en ellos caben hastas dos turismos y un total de nueve motocicletas). Además, dispone de restaurante y de todo tipo de talleres para realizar cualquier reparación que sea necesaria.
Diversión para los niños
El Circuito de Kotarr también ofrece un trazado especialmente indicado para niños, en el que no solo pueden disfrutar de sus primeros karts o minimotos, sino que además hay cursos planificados para que aprendan a pilotarlos. Así, los moteros de pro que vayan a rodar en el circuito y que sean padres, podrán ir acompañados de los más pequeños para que vayan asimilando la pasión de sus progenitores.