Las historias de sus compatriotas Chris Blais y el añorado Kurt Caselli plantaron una semilla en Skyler Howes que ha terminado por florecer en este 2023, cuando el piloto estadounidense de 30 años ha alcanzado el podio final del Dakar como piloto oficial Husqvarna, quedándose a apenas cinco minutos del ganador de la prueba.
Con la sonrisa más larga que el bigote que se ha dejado y que recuerda a cierto famoso fontanero de videojuego, la alegría de Howes en el podio final de Dammam poco o nada tenía que envidiar a la que mostraba a su lado el argentino Kevin Benavides, ganador del raid. No era para menos: hubo un tiempo en el que llegó a creer que jamás podría conseguirlo.
No por falta de talento, claro. Viejo conocido de Ricky Brabec, que en 2020 se convirtió en el primer estadounidense en ganar el Dakar, Howes había brillado a nivel nacional durante muchos años hasta hacerse un nombre en 2018 con las victorias en el Sonora Rally, el Dakar Challenge y el Baja Rally.
Eso le llevó a debutar con la Husqvarna del Klymciw Racing en el Dakar 2019, donde abandonó tras cinco etapas al dislocarse el hombro. Repitió al año siguiente y firmó una gran novena posición como segunda mejor Husqvarna por delante de su compatriota, el oficial Andrew Short.

Un gran resultado que no fue suficiente para encontrar un contrato, así que para el Dakar 2021 decidió enrolarse en las filas del Bas Dakar KTM -algo así como un equipo casi satélite de la marca austriaca-, lo que disparaba el presupuesto hasta los 90.000 euros.
¿Cómo lo pagó? Vendiendo absolutamente todo lo que tenía. “Para conseguir lo que quería tenía que vender todo lo que tenía, y eso es exactamente lo que hice. Cuando vuelva a casa solo tendré una moto y mi cama, no estoy bromeando”, decía entonces.
Ese todo incluía también la Husqvarna con la que había debutado en 2019. Lo que no sabía es que pronto tendría otra, porque la estrategia funcionó. Vaya si funcionó. Se jugó un ‘all in’ y cayó su carta en el ‘river’.
Se puso líder tras la tercera etapa y concluyó en una grandísima quinta posición final. Un resultado que ya no se pudo obviar. Un mes después, firmó con Husqvarna para sustituir al chileno Pablo Quintanilla, que había puesto rumbo a Honda para cubrir la vacante dejada por Kevin Benavides al irse a KTM.
Ya estaba donde quería. Por fin podía concentrarse en entrenar y disputar el Campeonato del Mundo para buscar el podio del Dakar. El primer gran resultado no tardó en llegar al finalizar segundo en la segunda cita mundialista, el Silk Way Rally ganado por Matthias Walkner. Pese a perderse la última cita, acabó el año quinto.

Su estreno dakariano como piloto oficial el pasado 2022 -que preparó con Marc Coma y Jordi Viladoms- no fue según lo esperado, ya que una caída en la quinta etapa le dejó fuera por segunda vez en cuatro participaciones. Aunque llegó a meta con lesiones en hombro y tobillo, fue el hecho de no recordar su caída lo que le obligó a retirarse.
Solo fue un traspié. Tenía un año para prepararse mejor, y el primer fruto llegó con la victoria en el Rally de Marruecos, su primer triunfo mundialista, con su compañero Luciano Benavides rubricando el doblete de Husqvarna. Fue el hito más destacado de un 2022 en el que también ganó el Sonora Rally y el Vegas to Reno.
Y así llegó al Dakar 2023. En la previa, hacía balance de todo lo que había cambiado desde su estreno, incidiendo en todo lo que había aprendido gracias a las dificultades: “Antes me despertaba, iba a trabajar y tenía que centrarme en intentar llegar a la carrera. Hacer mis motos y toda la logística. El entrenamiento siempre estaba en segundo plano. Ahora es al revés. El equipo lo arregla todo y mi trabajo es asegurarme de que mi cuerpo y mente estén al cien por cien preparados y centrados en la carrera”, reflexionaba.

Y precisamente por eso ya no sorprendió a nadie ver a Howes en las primeras posiciones de la general del Dakar un día tras otro. Pasaban los días y el número de candidatos se iba reduciendo hasta quedarse en tres, llegando a la última etapa en tercera posición a tan solo minuto y medio del liderato.
Ahí llegó un punto en el que decidió guardar la ropa. Sabía que era imposible recortar tal desventaja a Toby Price y Kevin Benavides, así que fue a asegurar el tercer puesto del podio. El premio a todos sus esfuerzos era disfrutar del podio final del Dakar, algo que solo 56 pilotos han logrado en toda la historia.
Ha sido un viaje de dos años desde que se convirtió en piloto oficial y que ha cristalizado con un podio que ya nadie le va a quitar. Ahora toca seguir trabajando para conseguir el más difícil todavía: llevarse el toaureg a casa y ser el primero en hacerlo con Husqvarna.