Los scooters son las motos más vendidas y utilizadas. Ya sea por tener un precio más económico que otros modelos, ya sea por la sencillez de uso y la versatilidad que ofrecen, lo cierto es que son muy populares, sobre todo en entornos urbanos.
Así que no es de extrañar que cada vez haya más accesorios que tratan de aportar aún mayor confort a la experiencia de rodar con una de estas motocicletas. Ese es el caso de los cubrepiernas, que con el tiempo han mejorado de tal modo que se han convertido en un básico para rodar cuando el frío aprieta.
Muchos tipos de cubrepiernas
Dada su utilidad, hay numerosos tipos de cubrepiernas para scooter en el mercado, especialmente para los modelos más vendidos. A la hora de elegir uno, siempre es recomendable decantarse por aquellos que sean más confortables para las características del propio piloto, con acabados suaves y con bolsillos y ranuras en las que poder guardar cosas.
Por supuesto, también será conveniente que dispongan de algún sistema que evite que el cubrepiernas se mueva demasiado cuando se circula a una velocidad elevada, ya que resulta muy incómodo (y puede ser peligroso) para el piloto.

Cómo instalar el cubrepiernas
Antes de dar los primeros pasos, hay que cerciorarse de que el elegido se pueda utilizar en el scooter, es decir, que sea compatible, pues de lo contrario no va a realizar bien su labor de proteger al conductor del frío reinante.
- Una vez comprobado que el cubrepiernas le va perfectamente a la moto, habrá que ponerlo sobre el vehículo y pasar la primera cinta por el frente.
- A continuación, se hace lo mismo con las cintas laterales, empleando para ello las herramientas que sean necesarias. Es una tarea sumamente sencilla y al alcance de cualquier usuario.
- Si el modelo tiene cinta inferior (que ha de tenerla) también se ajusta para que el cubrepiernas quede totalmente anclado a la moto y sea complicado de retirar.
- En caso de que tenga algún elemento antirrobo, hay que colocarlo a la perfección, ya que permitirá a los dueños de las motos, irse más tranquilos cuando aparcan su scooter. Y es que, desgraciadamente, siempre puede darse el problema de que aparezca alguien que se quiera apropiar de lo que no es suyo.
- Finalmente, dependiendo de modelo se emplea uno u otros sistema anti-flaneo, es decir, para fijar la pieza y que no se mueva cuando se circula a una velocidad más elevada.
En el momento en que todo está instalado, hay que asegurarse de que se puede salir y entrar con facilidad -si no es así, puede resultar peligroso para el conductor, con lo que hay que modificar la instalación de inmediato-; que no hay movimiento de ninguna de las piezas cuando se está circulando y de que no entra aire por ninguna zona, pues de lo contrario, las piernas seguirán sufriendo los rigores del invierno y las bajas temperaturas.
Cabe señalar además que algunos modelos de cubrepiernas ofrecen la posibilidad de tapar también el sillín cuando se aparca el scooter, de modo que evita que se moje en caso de lluvia.