Barry Sheene es una de las grandes leyendas del motociclismo de todos los tiempos, con una fama labrada en su trayectoria deportiva a base de carreras ganadas y de títulos de lo más importantes. Pero también, una fama labrada en parte al carisma que derrochaba una vez se bajaba de la moto y salía de los circuitos. Precisamente, en ese campo de batalla sobre las dos ruedas que eran los circuitos más famosos de todo el mundo, el británico a punto estuvo de decir adiós a su impresionante carrera como consecuencia de sendos accidentes ocurridos en dos plazas emblemáticas: Daytona y Silverstone.
El eterno rival de otro grande donde los haya, como es Kenny Roberts, empezó su andadura sobre las dos ruedas con 18 años recién cumplidos cuando toma la salida de manera profesional en Brands Hatch donde un mes después de ese debut logra el primer puesto. Era solo el comienzo de una serie de logros entre los que se encuentran su primer Campeonato de Gran Bretaña en la modalidad de los 125 cc a comienzos de la década de los 70.
La primera victoria de Barry Sheene en 500 cc
No tardaría mucho el británico en lograr esa victoria con la que sueñan muchos pilotos que se inician en el mundo del motociclismo y que pocos consiguen: un primer puesto en la modalidad reina; los 500 centímetros cúbicos que sí logró Barry Sheene. Para recordar esa hazaña hay que remontarse hasta el año 1975 y acudir con la memoria a un circuito mítico como es el de Assen en Holanda. En esa disputa y tras llevar toda la carrera peleando por el primer puesto con Giacomo Agostini, en la última curva Barry Sheene logra la delantera y le pasa por delante.
Así es como el inglés se llevó esta importante victoria para su palmarés en un esfuerzo que fue doble. Y es que meses antes había sufrido una importante caída en Daytona cuando iba circulando con su moto a más de 250 kilómetros por hora. A punto estuvo de dejarlo todo y retirarse. De ahí que sea tan importante este premio no solo por lo que significa para un deportista, sino por lo que tuvo que pelear Barry para lograrlo.

Su eterno rival
Si especial fue esa primera victoria en los 500 cc no menos especiales fueron los logros cosechados a partir de ese momento como es el caso de sus 5 Grandes Premios en el Campeonato del Mundo de la mano de Suzuki. Sin embargo, la mala suerte se apoderó de su carrera; instante que fue aprovechado por su eterno rival en las pistas, Kenny Roberts, ya que le arrebataría el codiciado título del mejor del mundo.
Ya entrada en la década de los años 80, la carrera de Barry Sheene empieza a despedirse de los circuitos no sin antes llevarse el primer premio en un Gran Premio como le ocurrió en Anderstorp con Yamaha. Tras la famosa caída de Silverstone en la temporada de 1982, el inglés participa por última vez en un campeonato mundial donde (pese a todo pronóstico) conseguiría un más que aplaudido tercer puesto en el Gran Premio de Sudáfrica.
Ya alejado del mundo de las motos, Barry Sheene prueba suerte en el séptimo arte y participa en la película Space Riders; inspirada en el deporte en el que fue toda una leyenda.