Cualquier persona que viva o visite Madrid y pasee por el Parque del Retiro probablemente no se imagine que por allí se celebraba un gran premio de motociclismo en el que llegaron a participar algunos de los mejores pilotos del mundo.
Y es que resulta complicado imaginarse a los Rossi, Márquez y demás jugándose el pellejo por el Paseo de Coches o sorteando la estatua del Ángel Caído. Sin embargo, el parque más famoso de la capital cuenta con un amplio bagaje motociclista, dado que en su asfalto se llegó a correr durante 20 años.
El trazado del Circuito del Retiro
Los lectores que hayan visitado el Retiro probablemente se imaginen cuál era el trazado en el que se corría, ya que a día de hoy no habría muchas más posibilidades. Por lo pronto, era corto, ya que solo tenía 1.820 metros. Y a esto se unía el hecho de que solo tenía cuatro o cinco curvas.
La salida estaba situada en el amplio Paseo de Coches, justo en la parte donde la calzada es más amplia (llega a los 32 metros). Allí se puede ver hoy en día a múltiples patinadores y además es la zona donde se acumula un mayor número de casetas en la Feria del Libro. La recta principal era de 505 metros y se conducía al contrario de las agujas del reloj, siendo sus curvas todas hacia la izquierda. Entre ellas destacaba la zona que estaba antes de llegar a meta, en la que se formaba una amplia curva en forma de arco que iba desde la Plaza del Ángel Caído hasta desembocar de nuevo en la recta principal.
Es decir, aunque no era un circuito complicado, ofrecía numerosas opciones a los pilotos, ya que la anchura del asfalto les posibilitaba realizar trazadas diferentes para adelantar a los rivales.

¿Carreras dentro de Madrid?
El hecho de que en el Retiro se corriera durante dos décadas fue algo extraño en la tradición motorista madrileña, ya que generalmente se sacaban las carreras fuera del núcleo urbano. Sin embargo, a mediados del siglo pasado, el interés creciente del público y la popularización de otros circuitos urbanos provocaron que finalmente se comenzara a disputar en mayo de 1948.
En aquellos tiempos, como se puede suponer, las competiciones no eran como hoy en día y se tardó en conseguir que los mejores pilotos del mundo acudieran a la cita madrileña a disputar el gran premio. Sin embargo, poco a poco se fue consiguiendo, tocando techo con el gran premio en el que los campeones Carlo Ubbiali y John Surtees se repartieron la victoria. Corría 1959 y el Retiro se había consolidado.
Adiós al parque
Pero el hecho de tratarse de un parque muy frecuentado en el que había tráfico rodado y donde se celebraban todo tipo de eventos provocaba que el asfalto sufriera. A eso se le unían las dificultades que había para celebrar un acontecimiento de estas características en el centro de Madrid. Así que la situación comenzó a ser casi insostenible. Y el golpe definitivo se produjo con la inauguración del Circuito del Jarama, mucho mejor preparado para albergar competiciones. Así que se decidió trasladar el GP a este trazado que con el tiempo también se ha convertido en mítico.