En la historia del motociclismo hay y habrá nombres que jamás serán olvidados, ya que pertenecieron a hombres capaces de superar cualquier obstáculo para mostrar su indudable capacidad sobre las dos ruedas. Y uno de los más grandes fue el inglés Mike Hailwood, también conocido como Mike The Bike.
Como bien sabe la mayoría de los lectores bike es el diminutivo de motorbike, es decir, el apodo era algo así como Mike, La Moto, lo que deja muy claro a qué se referían quienes lo llamaban de ese modo: a la capacidad de conducir rápido con cualquier motocicleta que tenía este inglés nacido en Oxfordshire en abril de 1940.
Nacido para pilotar
Que Hailwood había nacido para pilotar estuvo claro desde que se subió en una moto. Y eso que tenía el futuro asegurado al ser hijo de un vendedor de coches millonario. Pero su amor por la velocidad y su capacidad de adaptarse a casi cualquier moto (y cualquier coche) pudieron más que el negocio familiar y llevaron a Hailwood a convertirse en una leyenda del motociclismo.
Como hemos apuntado le llamaban The Bike por ese talento innato, pero también por sus logros deportivos, los cuales le llevaron a convertirse en uno de los mejores y más laureados pilotos de todos los tiempos.
Un palmarés al alcance de muy pocos
Para hacerse una idea de la capacidad de Mike Hailwood solo hay que echar un vistazo a su palmarés en el Campeonato del Mundo de Motociclismo, donde atesora nada menos que 9 títulos, solo superado por Ángel Nieto y por uno de los rivales que tuvo en sus últimos años, el italiano Giacomo Agostini -e igualado con Valentino Rossi y Carlo Ubbiali-.
Además, se hizo con la victoria en grandes premios hasta en 76 ocasiones, a lo que suma 112 podios. Si lo desglosamos por categoría, donde mejores cifras alcanzó fue en la más alta de todas, en 500 cc. Allí logró 4 títulos -todos ellos con MV Agusta-, 37 victorias y 48 podios.

Cualquier moto
Pero para hacerse una idea de la capacidad de Hailwood de llevar al máximo cualquier moto, solo hay que fijarse que durante algunas temporadas llegaba a correr en 250 cc, 350 cc y 500 cc, lo que implicaba una capacidad brutal para ser competitivo en tres cilindradas.
Por ejemplo, en 1966 se alzó con el título en el cuarto de litro (con 10 victorias en 12 GPs) y en 350 cc al tiempo que fue subcampeón en 500 cc sobre la Honda famosa por su potencia pero muy difícil de conducir. Es más, ese año llegó a disputar un GP en 125 cc. Pero es que en 1967 repitió la hazaña con idénticos resultados: dos campeonatos y un subcampeonato, todos ellos con Honda. Sin embargo, al año siguiente el fabricante japonés se retiró de la competición y Hailwood, antes de cumplir los 30 hizo lo propio en el campeonato.
Más logros
No obstante, ni dejó las motos ni hay que pasar por alto otros logros como sus 14 victorias en el TT de la Isla de Man. Pero es que, para rizar el rizo, Hailwood también probó en la Fórmula 1. En 1964, año en que ganó el mundial de 500 cc participó en la máxima categoría automovilística. En total fueron 50 grandes premios y dos podios. Finalmente murió a los 40 años en un accidente de tráfico, después de haberse jugado la vida en cientos de carreras (tal y como le pasó a Ángel Nieto).