En la interminable cantera de pilotos italianos es posible encontrar numerosos nombres que aunque no sean tan conocidos como los de grandes campeones del estilo de Agostini y Rossi, vivieron sus días de gloria. Es más, fueron capaces de demostrar su calidad aunque no terminaran su carrera con algún campeonato del mundo (de los muchos que han ido a parar a este país). Pues bien, sin lugar a dudas Virginio Ferrari fue uno de ellos, ya que llegó a plantar cara al mismísimo Kenny Roberts en su plenitud cuando ganaba títulos con la Yamaha. De hecho, Ferrari llegó a ser subcampeón del mundo en 1979.
Trayectoria de Virginio Ferrari
Para conocer un poco mejor cómo fue la trayectoria de este italiano nacido el 19 de octubre de 1952, echemos un vistazo a los principales hitos de la misma.
- Su debut en el mundial tuvo lugar en 1975 en el Gran Premio de las naciones que se disputaba en Italia, concretamente en el circuito de Monza. Ferrari no tuvo suerte y terminó retirándose. Debía esperar al año siguiente para probar de nuevo en la misma carrera. Pero en esa ocasión la moneda cayó de cara y en Mugello finalizó en tercera posición en los 500 cc, solo por detrás de dos leyendas como Barry Sheene y Phil Read.
- Los buenos resultados le permitieron disputar el mundial de 1977 de nuevo con una Suzuki, las motos dominantes de la época (con el permiso de la Yamaha de Kenny Roberts, que precisamente ese comenzó su dominio en la cilindrada reina). Su mejor resultado fue un segundo puesto en el circuito de Imola, de nuevo en el GP de las Naciones.
- La temporada de 1978 comenzó con numerosos abandonos que le alejaron de los puestos de cabeza en la clasificación general. Sin embargo, el final de la campaña le trajo la primera gran alegría. En Nurburgring logró imponerse a las Yamaha de Johnny Cecotto y Roberts para subirse por primera vez a lo más alto del podio en el Campeonato del Mundo de Motociclismo.
- El empuje de la victoria le llevó a culminar al año siguiente su mejor temporada en el mundial. En 1979 Kenny Roberts se seguía mostrando como el piloto dominador. Y solo Barry Sheene parecía que le podía hacer sombra. Pero el británico no finalizó algunas carreras, de manera que las tres victorias que obtuvo no le sirvieron para ser subcampeón. Ese honor recayó en un consistente Virginio Ferrari, que sumó cinco podios para después subirse a lo más alto del cajón en Assen. En el circuito neerlandés superó a su compañero de equipo Sheene solo por una décima.
- A partir de esa temporada, su suerte en el Campeonato del Mundo se fue diluyendo y no consiguió buenos resultados. Eso sí, en 1987 se hizo con el mundial de Fórmula TT subido a la Bimota YB 4.
- Después de abandonar el campeonato, recaló en el mundial de Superbike, donde tomó parte ya en 1988 sobre una Ducati. Allí estaría hasta 1995.