Ducati mete miedo. Mucho miedo. Está en superioridad tanto numérica como técnica y el test de Sepang no ha hecho más que confirmarlo. Marco Bezzecchi lideró la primera jornada del viernes, Jorge Martín lo hizo en la segunda y para cerrar Luca Marini ha concluido el test con el mejor tiempo global del fin de semana.
Ni siquiera ha hecho falta ver a los pilotos de la escudería oficial delante, aunque tampoco se han escondido. De hecho Pecco Bagnaia finalizó segundo y ha sido el único junto a Marini que ha bajado la barrera del 1’58. El campeón del mundo hacía un balance positivo del test de Sepang.
“Estoy muy contento y orgulloso del trabajo realizado porque, sinceramente, después de la pausa para comer hemos dado un enorme paso adelante que ha resuelto el problema que venía teniendo y que nos ha puesto al mismo nivel de 2022. Lo contento que estoy se ve también en el crono. Al final de la jornada me he concentrado en hacer dos time attack, como si fuera una calificación, y me he encontrado bien. Los dos primeros time attack de los test son siempre complicados, porque te falta en la cabeza la velocidad necesaria para un ataque así, pero estoy muy contento con el resultado y haber bajado a 58”.

Preguntado por las declaraciones de Aleix Espargaró, en las que apuntaba a las motos rojas como las referencias absolutas de la categoría, tampoco lo dudaba. “Para mí también somos los pilotos a batir, porque tenemos una base muy buena del año pasado. Se ve en más pilotos que la moto es muy competitiva y durante dos años lo será. Y la nueva moto la hemos puesto a punto y dábamos miedo en velocidad, porque éramos siempre los más rápidos en la recta. Estoy muy contento. Falta un poco de manejabilidad en la moto de 2023 comparada con la de 2022, porque es un poco nerviosa, pero quiero continuar desarrollándola”.
Pecco Bagnaia no cree que haya muchas más novedades de cara al test de Potimao, porque la nueva Ducati DesmosediciGP ya es muy competitiva. “Creo que en Portimao continuaremos con las dos bases aerodinámicas que tenemos ahora y me concentraré allí completamente en la moto de 2023, porque estoy contento con la moto nueva. Tenemos el nivel justo para empezar el año, aunque luego durante la temporada se mejorará. El objetivo aquí era llegar al mismo potencial y nivel que teníamos con la moto de 2022 y lo hemos logrado. Está todo el mundo satisfecho”.
Y quizás lo único que ha faltado ha sido hacer un simulacro de carrera Sprint que tenían planificado. “No hemos tenido tiempo porque íbamos un poco retrasados con el trabajo. Habíamos preparado la moto para hacerlo en la última hora, pero se ha puesto a llover. Marini sí que lo ha hecho y ha sido competitivo, pero no me puedo comparar con él porque ahora llevamos motos diferentes. Veremos en Portimao. Estoy seguro que los pilotos del Mooney serán muy fuertes porque la Ducati de 2022 es competitiva”.
Por último, preguntado por si cambia en algo a nivel deportivo competir como campeón del mundo, Pecco Bagnaia no cree que sea diferente. “No es algo que esté presente en mi cabeza. Lo que sí estaba era acabar el test contento, y lo estoy. El año pasado tuvimos un arranque difícil y ahora hemos arrancado bien. Resolver hoy el problema que teníamos en tan poco tiempo ha sido fantástico. Estoy contento”.