Marc Márquez ha tenido mucho trabajo estos tres días de test de Sepang. Empezó el viernes con cuatro motos en su box ha ido descartando hasta quedarse con una… que es muy similar a la que ya probó en el test de post temporada en Valencia. “El concepto es parecido y con los mismos problemas. Y ahora ya toca resolverlos, aunque no sé cómo”.
¿Qué problemas? “Básicamente, lo del año pasado. Está claro que el motor, de velocidad punta, no está mal, pero tardamos demasiado en llegar a esa velocidad punta, porque viene de la tracción. Esto en circuitos europeos, con rectas más cortas, será más difícil. Y también en las frenadas largas, como la de la curva 1, frenadas de gran velocidad, parar mejor la moto también es un punto importante para ser constantes”.

En teoría, en el próximo test de Portimao (11 y 12 de marzo) ya se debería trabajar solo con este prototipo, con las mejoras que puedan implementar los ingenieros en fábrica. Pero no veremos cuatro motos en el box como sucedió en Sepang. “Empezamos el test con cuatro motos, el segundo día teníamos tres y hoy hemos empezado con dos pero a partir del mediodía nos hemos centrado solo en una. Ya he decidido cuál es la moto, cuál es la dirección. No es la moto que necesito para ganar el campeonato, para eso tenemos que dar otro paso, pero al menos es importante tener la base clara y olvidar las otras”.
Tampoco debería haber un pan de trabajo tan exhaustivo para un Marc Márquez que en Sepang se ha puesto más que nunca el mono de piloto probador. “Era normal porque ha llegado un nuevo director técnico a HRC y quiere entender muchas cosas sobre el concepto, y esto nos hace la vida más difícil a los pilotos en un test. Soy el piloto más experiencia en Honda y por eso me han elegido para probar todos estos experimentos. Yo no sé muy bien por qué lo hacen, pero ellos tienen sus razones. Yo me limito a probar lo que me piden y espero que después analicen toda esa información y traigan algo nuevo a Portugal”.
Pese a todos los problemas, Márquez trataba de sacar el lado positivo a la situación. “Tengo que felicitar a Honda porque se han organizado muy bien. Necesitamos más, pero siento que hay una reacción, aunque para mí, honestamente, lo que más feliz me hace es que físicamente me he sentido bien. Ahora puedo decidir cuándo ir deprisa y cuándo, lento, algo que el año pasado era imposible y puedo ser muy preciso con los comentarios. Eso ha sido lo más importante del test. Cuerpo solo hay uno, motos… puede que tengamos otras cuatro en Portimao…”
El piloto de Cervera es consciente de dónde están ahora mismo y de cuál es la prioridad. “Hoy por la tarde todo el mundo ha montado neumáticos y parecía una calificación mientras que los míos se han quedado en la caja. Se tenía que trabajar en otro sentido y probar otras cosas, y no pasa nada. No digo que estamos para ganar el Mundial, pero cuántas veces se ha visto en el test de Malasia que salen de aquí ocho pilotos que pueden ganar el Mundial y luego se llega aquí al GP, en octubre, y luego no están ni entre los cinco primeros algunos de ellos. Pero sí que es cierto que tenemos que mejorar. Estamos justos para entrar entre los cinco primeros y quiero más. Estoy poniendo todo de mi parte para mejorar y seguir evolucionando. Sé que la base se crea ahora, en pretemporada. Durante las carreras, y más con el concepto de fin de semana que tendremos este año, será muy difícil ir probando cosas".