La Panigale V4 supuso hace un par de temporadas toda una revolución en Ducati. La firma italiana se había mantenido fiel a su motor V2 a 90° en sus motos de serie desde la entrada de los hermanos Castiglioni en la empresa a mediados de los años 80. Significaba romper una tradición que salvo excepciones como la Desmosedici RR, una moto de serie limitada, parecía inmutable. Los tiempos cambian, la potencia iba cada vez más en aumento, y las leyes son cada vez más restrictivas. Los cuatro cilindros eran la solución y Ducati tenía en MotoGP un perfecto modelo del que partir.
No hay límites
Hubo un tiempo en que todas las motos eran naked, incluso las más potentes, pero esta nueva generación de modelos sin carenado derivados directamente de superbikes, o creados a propósito con estas especificaciones, no tienen ningún reflejo en el pasado, son una nueva especie. A priori, disponer de 200 CV en el puño, como es el caso de la Streetfighter, y no tener ninguna protección aerodinámica parece un contrasentido.

¿Quién va a ir a la velocidad que permite esta moto a pecho descubierto? Realmente quien se atreva debe tener también otro tipo de aficiones relacionadas con el sufrimiento, pero este fabuloso rendimiento puede exprimirse también a velocidades mucho menores, y entonces cobra todo su sentido. Una MotoGP tiene mucha más potencia y sus pilotos ponen la sexta una vez por vuelta. La Streetfighter tiene un desarrollo teórico de unos 285 km/h y alcanza de verdad 270 km/h, algo que es simplemente una anécdota en este caso.
Es una moto que todo aficionado debería poder probar una vez en la vida
La nueva Streetfighter no es simplemente una Panigale a la que se le ha quitado el carenado, afortunadamente. No es que haya necesitado un intenso remozado, pero los puntos concretos en los que se ha trabajado han sido precisamente los que necesitaba para crear una moto redonda. Sin necesidad de llegar a la conclusión de esta prueba ya se puede adelantar que esta Ducati es una moto que cualquiera querría disfrutar. Es más, una moto que todo aficionado debería poder probar al menos una vez en la vida.
Los cambios mecánicos han empezado con las modificaciones en el motor para rebajar la potencia a 208 CV desde los 214 CV de la Panigale. No es un gran cambio, pero permite ganar todavía más par abajo. El motor ha sufrido además las mismas modificaciones electrónicas que su hermana de superbike, y el resultado es espectacular, incluso si se tiene en cuenta que es una moto que va a funcionar principalmente por carretera e incluso ciudad.

En este último terreno, el que los cilindros traseros se desconecten al ralentí es un acierto porque se reduce sensiblemente la temperatura en las piernas en los semáforos. En este ambiente, aunque no es su terreno favorito, es una moto utilizable, con un buen funcionamiento abajo del todo y ágil, aunque no tenga un gran radio de giro y el asiento siga siendo alto, aunque se haya rebajado 25 mm respecto a la Panigale.
Depredadora
En cualquier caso, cuando la Ducati Streetfighter demuestra realmente sus cualidades, es en el terreno deportivo. Todavía no hemos podido disfrutar de ella en un circuito, pero en carretera te deja boquiabierto. La posición de conducción es un poco extrema, la reducción de la altura del asiento deja las piernas bastante flexionadas y retrasadas, algo que notas en los desplazamientos normales, pero que tiene sus ventajas cuando empiezas a aplicarte.
Entre curvas, la verdad es que todo te parece bien, la moto es absolutamente estable incluso a alta velocidad. Las grandes alas biplano situadas en los laterales son muy espectaculares, pero también efectivas. Las suspensiones Öhlins de regulación electrónica funcionan de maravilla incluso aunque te encuentres con algún bache inesperado, sujetando la moto en las frenadas, aceleraciones y en el interior de las curvas. Los enormes frenos son tan potentes como dosificables y el ABS de funcionamiento en curva te invita a apurar hasta el interior de la curva sin miedo.
El motor gira en sentido contrario a las ruedas
La versión S, cuyo precio asciende a 25.490 euros, tiene llantas forjadas algo más ligeras y aprovecha toda la tecnología de MotoGP, creada en la dirección de encontrar agilidad sin que se pierda el control. El motor gira en sentido contrario a las ruedas y el cigüeñal tiene caladas las bancadas a 70° para concentrar las explosiones. El resultado es un motor de respuesta inmediata, con una conexión entre el acelerador y la rueda que siempre sientes controlable. Puedes jugar en los regímenes medios y con posiciones de acelerador parciales y la Streetfighter saldrá disparada de manera perfectamente controlada en los trazados más ratoneros, pero si lo buscas, encontrarás su lado perverso.

Por encima de las 10.000 rpm, y todavía tendrías casi otras 5.000 rpm de uso por delante, el motor derrocha potencia. Sin duda de más para una carretera que no sea una sucesión de rectas y curvas rápidas. Lo bueno es que jugando con toda la electrónica que controla las reacciones del motor, y gracias a ese chasis, la moto sigue sin moverse incluso a velocidades escalofriantes y acelerando como una bestia. Jugar con el cuadro destelleando porque llega a su régimen máximo en carretera es muy complicado, incluso en las relaciones medias, en tercera te acercas a los 200 km/h en esas condiciones.
Lo mejor es la combinación de ese motor interminable con un chasis ágil, superestable y multidisciplinar. Obviamente el manillar ancho, que en recorridos normales y a velocidades moderadas es mejor que unos semimanillares bajos y cerrados, te obliga a adoptar una postura menos natural cuando quieres inclinar mucho o descolgarte, pero la naturalidad con la que esta V4 se mueve en las curvas te permite llevarla como prefieras. Otro punto sobresaliente es el cambio asistido que funciona de maravilla en el momento en que empiezas a ir algo deprisa.
La Ducati corre como un demonio, no tienes más que echar un vistazo a las cifras que hemos sacado de ella. Pesa poco y es una moto que no sólo tiene una efectividad como pocas en tu recorrido favorito de curvas, sino que vale para muchas más cosas. Lo hace casi todo bien porque ese motor es capaz de funcionar a bajo régimen sin problemas, transitar por ciudad y hacer recorridos por carretera aprovechando su ausencia de vibraciones y una postura menos estricta que la de una superbike.
Mediciones en Centro Técnico

Rivales
1.077 cc. 175 CV. 209 kg. 16.999 €.
998 cc. 200 CV. 240 kg. 17.450 €.
1.301 cc. 180 CV. 210 kg. 19.900 €.

Conclusión
La nueva Ducati Streetfighter V4S cumple todas las expectativas que te pudieses haber hecho sobre ella, incluso las supera. Poner esa cifra de potencia en una moto sin carenado y con un manillar alto puede parecer un contrasentido, pero en Bolonia han sabido compatibilizar las dos facetas que se abren paso. Por una parte es una moto que puede utilizarse normalmente y disfrutando de ella cada momento. Por otra, en el terreno deportivo difícilmente tendrá rival.