Cuando un motorista se sube a su moto siempre lo hace con la certeza de que existe el riesgo de dar con los huesos en el suelo. Obviamente no es algo que suceda con asiduidad, pero sí que es muy probable que en algún momento se produzca una caída, aunque sea estando parados o al intentar mover la moto.
Ante esta tesitura, siempre viene bien estar preparados para conseguir que el daño sea el menor posible en caso de que se produzca un percance.
Primera regla para caer con seguridad de la moto
El primer punto que no se debe descuidar nunca es la vestimenta y los elementos de protección. No solo el casco resulta esencial, sino que las demás prendas también han de tener las protecciones pertinentes para que la caída sea lo menos dañina posible. No en vano, hay caídas que con la ropa adecuada apenas pasarían de un susto, pero que sin ella pueden provocar importantes lesiones y que el cuerpo termine lleno de abrasiones.
Por otro lado, hay otra regla muy importante: evaluar las condiciones del asfalto, del clima y del tráfico. En caso de que alguna de ellas sea mala y haya posibilidades de caída, será el momento de actuar con cordura y rodar con precaución.
Caídas “tontas”
Dicho lo anterior, hay caídas que cualquiera que las tiene las termina tildando de tontas. Son aquellas que se producen estando parados o con la moto sin arrancar. Obviamente son las más leves, pero también pueden resultar dolorosas. Así que hay que poner un especial cuidado de apartarse del cuerpo de la moto para que no se quede aprisionada la pierna.

Caídas con margen de reacción
Como es evidente, para caer con seguridad de la moto, el conductor debe prever dicha caída, es decir, tener un mínimo lapso de tiempo para darse cuenta de que va a terminar en el asfalto. De lo contrario, todo dependerá de los reflejos.
Pero cuando se tiene la certeza de caer, hay que pensar en las siguientes acciones:
- Buscar con la mirada el lugar donde hay menos riesgo de sufrir grandes daños (es decir, allí donde no haya elementos como farolas, quitamiedos o coches, por poner solo unos ejemplos).
- Cuando la moto vaya a caer, lo mejor será hacer que se tumbe hacia allí donde se dirige la mirada, ya que así el cuerpo se podrá proteger mejor.
- Por supuesto, hay que soltar el manillar para evitar que la mano se quede enganchada y se produzca una lesión grave.
- La cabeza debe protegerse de cualquier golpe aunque se lleve casco, con lo que habrá que llevarla hacia el pecho para salvaguardarla en la medida de lo posible.
- Las lesiones más habituales se producen en las extremidades, con lo que tanto los brazos como las piernas deberán estar unidos (las primeras entre sí y los segundos al cuerpo). De ese modo es más sencillo dejarse llevar por los giros y evitar posibles golpes.
Finalmente, en caso de que no haya un poco de margen para la reacción, todo dependerá de la suerte que se tenga, del estado físico del conductor y de la reacción instintiva.