Los neumáticos tubeless se refieren a un tipo de rueda que no llevan cámara de aire y cuyo empleo en el mundo del motor se ha generalizado poco a poco a lo largo de su historia. Y eso que su origen se remonta a hace bastantes años. Casi un centenar cuando fueron inventados estos neumáticos que lo mismo se pueden montar y acoplar en motos que en bicicletas de carretera o de montaña que en coches más modernos.
Concretamente, esta pieza se debe a Edward Brice Killen, un neozelandés quien en el año 1929 fue el encargado de inventar el concepto del neumático sin cámara de aire. Tras su hallazgo, él mismo se encargó de registrar la patente de esta rueda, que se haría oficial y una realidad un año después. Más tarde, la compañía del motor Michelin se encargó de desarrollar la idea y fabricar el primer neumático sin cámara en 1955.
Características
En este caso, las especificaciones técnicas de este tipo de ruedas se refieren a que la parte de la cámara de aire de este tipo de neumático está ya integrada dentro de mismo. Y como es lo suficientemente resistente hay un menor riesgo de que una rueda de este tipo se pinche con facilidad. Al contrario de lo que pasa con un neumático más convencional, por así decirlo, que tenga cámara de aire.

Ventajas y desventajas
Además de su practicidad frente a los pinchazos, como se ha comentado anteriormente, este tipo de neumáticos cuentan con otra serie de aspectos positivos; el primero de ellos relacionado con ese riesgo de que algo dañe la rueda. Y es que al reducir ese riesgo de pinchazo se ofrece una mayor seguridad en la conducción. De la misma manera, esta ventaja principal facilita que se puedan llevar esas ruedas con una menor presión de aire lo que se traduce en una mejor tracción y agarre del neumático al firme (algo esencial en zonas con curvas o con terrenos abruptos).
En otras palabras, todo esto deriva en una mejora del confort cuando se conduce la moto ya que este tipo de ruedas filtran una mayor cantidad de vibraciones con lo que la marcha es más suave.
Sin embargo, los neumáticos tubeless también tienen asociados una serie de condicionantes no tan positivos. Esto es, resultan algo más costosos que los convencionales con cámara de aire y, también, aportan algo más de peso al conjunto del vehículo que va sobre dos ruedas.
Eso por no hablar de que este tipo de ruedas precisan un mayor mantenimiento ya que al no llevar esas cámaras internas es más frecuente que se produzcan pequeñas pérdidas de aire. En este caso resulta importante comprobar cada cierto tiempo esa presión de manera regular, así como mantener siempre en buen estado el líquido sellante que va por dentro de la rueda.
¿Y si se ha pinchado?
Aunque mejoran su eficacia para evitar este tipo de situaciones, no son infalibles al 100%. Por eso, en el caso de que se produzca un pinchazo (por ejemplo, un clavo que ha quedado incrustado en el neumático), lo más aconsejable es hacerse con un kit de reparación de neumáticos tubeless. Así pues y con todo lo necesario, lo primero es retirar ese incómodo objeto que ha dañado la rueda para, a continuación, agrandar el agujero y limpiar este de goma.
El siguiente paso es preparar la tira de goma (haciendo como una especie de T) y untarla de pegamento antes de introducirla por el orificio del pinchazo. Lo que sobra se corta con una cuchilla y se procede al inflado del neumático de nuevo. Pasados unos minutos es bueno comprobar la presión del neumático para ver que no pierde aire.