En las décadas de los 50 y los 60 del pasado siglo, en España se vivió un creciente interés por la motocicleta. Habían sido años complicados después de la Guerra Civil y la sociedad empezaba a recuperarse. En aquellos momentos era necesario un medio de transporte asequible y eficaz. Y la motocicleta se hizo con ese puesto hasta la llegada de los primeros automóviles preparados para la clase trabajadora, que en el caso de España fueron los Seat 600. Así que no es de extrañar que en aquellos primeros años de los 50, aparecieran empresas dedicaadas a la fabricación de motos como la Fábrica de Motores Ciclomotores y Motocicletas Motobic.
Como se puede adivinar, el nombre de Motobic proviene de las palabras motocicleta y bicicleta, y fue el elegido por Lorenzo Zabala cuando fundó en Eibar (Guipúzcoa) esta sociedad. Zabala había instalado un motor LZ (que como también se puede adivinar, eran sus propias iniciales) en su bicicleta Orbea.
Este motor de casi 60 cc tenía un cilindro con una potencia de 1.7 CV. Contaba con una sola marcha y no disponía de embrague. En cuanto a su velocidad, llegaba hasta los 50 km/h, más que suficiente para que los trabajadores de las ciudades pudieran desplazarse a sus lugares de trabajo con mayor comodidad.
¿Qué saber sobre Motobic?
Después de su fundación, Motobic creció y tuvo éxito en las dos décadas que hemos mencionado anteriormente. No obstante, hay que apuntar que Zabala solo tenía 18 cuando personalizó su Orbea con el motor, con lo que todavía le restaban algunos años para conseguir hacerse un hueco entre las nuevas marcas de motos que se comercializaban en nuestro país.
Así las cosas, fueron llegando los modelos de Motobic:
- 1955. La empresa solo contaba con un modelo de 80 cc.
- 1957. Ese año ya produjo ciclomotores y motos desde los 49 cc hasta los 100 cc.
- En los 60 llegaron sus motos más icónicas e importantes en la historia de la marca: las Saeta de 75 cc. A ellas se unieron un par de scooters de 75 cc y de 95 cc.
- 1972. Motobic abandonó la fabricación de ciclomotores y pasó únicamente a la producción de motores diésel y de gasolina, acabando de ese modo con la trayectoria de las Motobic.
Motobic Saeta
Como acabamos de apuntar, las Saeta fueron sus motos más conocidas y las que más calaron entre el público. Para ello contaban con precios asequibles para la España de la época, en la que por fin se iba saliendo de la autarquía provocada por el conflicto bélico y la dictadura.
En cuanto a la Saeta 100, contaba con un motor que entregaba una potencia de 6,5 CV con un reducido consumo de gasolina. Estas características la hacían ideal para quienes necesitaban desplazarse sin incurrir en gastos muy elevados, es decir, ofrecía las cualidades que cualquier vehículo popular ha tenido a lo largo de la historia.
A finales de los años 60, el automóvil se popularizó (empezaba a ser asequible para la clase media) y las motos perdieron terreno, lo que llevó a algunos fabricantes a reconsiderar su modelo de negocio. Eso es lo que ocurrió con Motobic.