¿Cómo surgió la Fórmula 750?

Durante tres temporadas, las motos de 750 cc fueron las más poderosas del Campeonato del Mundo

Kenny Roberts y Johnny Cecotto en los 750 cc. Fuente: Maurice Büla © FIM
Kenny Roberts y Johnny Cecotto en los 750 cc. Fuente: Maurice Büla © FIM

Hasta la llegada de MotoGP, la cilindrada reina del Campeonato del Mundo de Motociclismo fueron los 500 cc. Era allí donde se daban cita las máquinas más potentes y donde los pilotos trataban de hacerse un nombre. Además, las marcas ponían toda la carne en el asador para lograr superar a sus rivales, ya que eso se notaba en la cifra de ventas en el mercado. Sin embargo, hubo un tiempo en el que una motos con una cilindrada superior comandaron el mundial, aunque lo cierto es que no despertaron gran interés y la competición pronto fue relegada. 

El nacimiento de la Fórmula 750 

Para hallar el origen de la Fórmula 750 hay que viajar en el tiempo hasta comienzos de los años setenta del pasado siglo, cuando las motos de 750 cc comenzaron a tener una mayor importancia fuera de los circuitos estadounidenses. Y es que eran habituales en algunas competiciones de la AMA. Conscientes del interés que había por ellas al otro lado del Atlántico, en el Campeonato del Mundo (eminentemente europeo en aquellos años) pusieron la vista en ellas para crear algún tipo de competición. 

De ese modo, en 1973 se dio luz verde a la Fórmula 750 en una competición llamada Prix FIM de 750cc. Su ámbito era británico pero lo cierto es que su carácter era internacional. No en vano, los pilotos que comenzaron compitiendo o que probaron suerte en algún momento fueron los mismos que se batían el cobre en los circuitos del mundial. Así las cosas, el primer campeón de la Fórmula 750 fue el británico Barry Sheene, sobre una Suzuki, la única vez que no ganaría Yamaha. Al año siguiente, el ganador fue otro habitual en el mundial, el australiano John Dodds.

El siguiente paso fue otorgarle un cariz europeo a la competición, de manera que se convirtió en el Campeonato Europeo de 750 cc. El primer ganador en 1975 fue Jack Findlay, el estupendo piloto australiano que se había convertido en todo un icono entre los pilotos privados y que veía así recompensado el esfuerzo que había hecho a lo largo de su carrera y el indudable talento que poseía. Asimismo, en 1976 el turno fue para un piloto español del que no se habla suficiente: Víctor Palomo, uno de los primeros españoles que despuntó en las cilindradas altas.

Steve Baker, campeón de Fórmula 750 en 1977. Fuente: Maurice Büla © FIM
Steve Baker, campeón de Fórmula 750 en 1977. Fuente: Maurice Büla © FIM

Campeonato del Mundo

Así las cosas, la Fórmula 750 pasó a formar parte del mundial, aunque lo hacía en otras fechas, en otros circuitos y con un sistema de doble tanda que no quedaba demasiado claro para los espectadores. Dado el gran número de cilindradas que había en esos momentos y el hecho de estar algo desligado del resto de carreras, los 750 cc solo formaron parte del Campeonato del Mundo de Motociclismo durante tres temporadas. En la primera de ellas ganó Steve Baker, aunque la más recordada fue la segunda. En ella el venezolano Johnny Cecotto consiguió ganar el título por delante del marciano Kenny Roberts en un final apretado. 

A pesar de ese gran final de 1978, al año siguiente el interés por la cilindrada decayó completamente y el último mundial fue a parar a las manos del francés Patrick Pons en una edición que fue tan descafeinada que el propio Cecotto solo participó en la mitad de los grandes premios disputados.

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Kenny Roberts (1) y Johnny Cecotto en las 200 Millas de Imola en 1975.

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