A lo largo de la historia del motociclismo han existido marcas que han sido importantes por unos aspectos u otros, pero que han terminado cayendo en un olvido relativo después de su desaparición. De hecho, algunas de ellas se han refundado con el objetivo de aprovechar un nombre que ya tuviera un reconocimiento pasado. Jawa es una de ellas. Esta marca checa creada en 1929 tras la fusión del taller mecánico de František Janeček y la división de motocicletas de Wanderer tiene algunos aspectos muy interesantes que han de ser remarcados.
Siete cosas que saber sobre la marca Jawa
- Su primera actividad fue la producción de armas, muy útil para una de las épocas más convulsas de la Humanidad.
- Como tantas marcas, comenzó con la producción de bicicletas a las que después incorporó pequeños motores.
- En 1932 lanzó su primera moto con el motor en el lugar habitual del cuadro. Fue un éxito. Llevaban un motor Villiers de 175 cc.
- Cuando en 1939 Alemania invadió Checoslovaquia, la producción se paró, pero Janeček pudo llevarse los estudios para la fabricación de un motor de dos tiempos de 250 cc. Sin embargo, el fundador de Jawa falleció en 1941, cuando el conflicto estaba ya en pleno auge. Nunca vio la moto de la que se llevó los planos.
- Cuando acabó la Segunda Guerra Mundial, Checoslovaquia quedó en el bloque comunista, con lo que Jawa no tardó en ser nacionalizada, tal y como ocurría con las empresas radicadas en el bloque oriental. En 1948 se fusionó con CZ, lo que llevó a que las CZ eran las motos de baja cilindrada, mientras que las Jawa eran las más poderosas y potentes.

- Con el objetivo de darse a conocer y mostrar la fortaleza del bloque comunista, las Jawa comenzaron a competir a nivel internacional. y hay que decir que no les fue nada mal, ya que se llevaron el Bol D’Or hasta cuatro años consecutivos entre 1949 y 1953 en motos de pequeña cilindrada y Michel Hervé como piloto.
- Además hay que apuntar que las Jawa formaron parte del Campeonato del Mundo de Motociclismo, donde llegaron a ganar un Gran Premio. Su debut se produjo en 1956 en los 500 cc. Los primeros puntos los logró František Šťastný en 1957 en los 250 cc. Después de alguna ausencia en los años siguientes, en 1961 volvieron con mucha fuerza. František Šťastný y Gustav Havel fueron segundo y tercero en la clasificación de los 350 cc detrás de Gary Hocking y su MV Agusta. Šťastný se hizo con la victoria en los grandes premios de Alemania y de Suecia, lo que supuso los primeros grandes resultados de la marca checoslovaca en el mundial de motociclismo. Al año siguiente la Honda de Jim Redman se mostró intratable y el piloto checo finalizó cuarto en el mundial de 350 cc, logrando además un podio y la séptima plaza final en el del medio litro. En 1966 llegó el primer triunfo en los 500 cc, a manos del propio Šťastný que triunfó en Sachsenring y finalizó cuarto en el campeonato.