La importancia de los neumáticos es algo que queda claro temporada tras temporada. Y sacar el máximo partido a sus características es una tarea que tienen que en sus agendas todos los equipos del paddock, pues de ellos depende el éxito de los pilotos (además de su seguridad).
Y es que es posible tener una moto perfecta que degrade demasiado un determinado compuesto de neumáticos, de modo que terminará las carreras lejos de cabeza.
Tecnología punta
Como cabe esperar, lejos quedan los neumáticos que tenían caucho y poco más. De hecho, una pregunta que cualquiera que sepa que el caucho es de color claro se puede hacer es ¿por qué los neumáticos son negros? Esto se debe a que allá por 1917 se decidió incorporar un polvo denominado negro de carbón que multiplicaba por diez las prestaciones del compuesto. Así que desde entonces las ruedas siempre han sido oscuras. Obviamente, desde entonces
La tecnología en la industria del neumático ha avanzado a pasos agigantados, de manera que los fabricantes trabajan cada año en hacer los ruedas que a la competición le van mejor, es decir, aquellos que permiten a las motos alcanzar sus límites y que a la vez salvaguardan la salud de los pilotos. En este sentido, unas ruedas que puedan reventar a las primeras de cambio o que no aguanten cierto estrés pueden ser motivo de accidentes que pongan en riesgo la vida de quien está luchando por la victoria.
Un neumático para cada circuito
El actual proveedor de neumáticos en MotoGP es Michelin. Este fabricante francés es, por lo tanto, el que tiene el reto de responder a las necesidades de los equipos en cada uno de los escenarios en los que se va a disputar una carrera. No es lo mismo preparar neumáticos para Sepang que para Sachsenring, puesto que las condiciones de los asfaltos son muy diferentes. Si una pista en concreto tiende a deteriorar demasiado la goma, hay que tenerlo en cuenta, así como el número de curvas que haya para cada lado, la longitud del gran premio, el calor que va a hacer durante el fin de semana… Son muchos los factores que intervienen en el rendimiento de un neumático y por eso el material de los neumáticos varía de unos a otros trazados.
Otros aspectos que tener en cuenta
Por otro lado, hay que apuntar que los neumáticos traseros se gastan más que los delanteros. De hecho, estos funcionan mejor a unos 100 grados centígrados mientras que los de la parte trasera lo hacen a 120 grados. Por lo general, cuando las carreras se disputan con sol, es mejor para las ruedas, aunque un exceso tampoco les vendrá especialmente bien.
A esto hay que añadir que en un mismo GP hay diversos compuestos: desde los neumáticos blandos, hasta los duros, pasando por los intermedios o los de lluvia (que no son lisos o slicks). Sea como fuere, incluso los duros no se utilizan más de una carrera. Cada uno de ellos llevan un color determinado para que se sepa cuáles monta cada equipo, que por cierto, tiene un máximo de 22 para usar por piloto en cada fin de semana de gran premio.