La categoría ligera del Campeonato del Mundo, ya sea la actual Moto3 o la antigua 125cc, ha sido casi siempre sinónimo de igualdad. Si bien es cierto que Aprilia dominó el octavo de litro durante un tiempo, siempre eran varios los equipos que peleaban por hacerse con el título de pilotos.
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Por eso es tan extraño ver a dos pilotos del mismo equipo jugándose el título. De hecho, en las tres últimas décadas -desde el que lograron en 1991 los italianos Loris Capirossi y Fausto Gresini en las filas del AGV – Pileri Corsi- solamente se han producido tres dobletes con el campeón y el subcampeón compartiendo equipo.
Solamente uno ha sido en la era Moto3, y no se puede considerar que ambos compañeros luchasen por el título. Fue en 2018, cuando Jorge Martín se hizo con la corona de forma clara para el Gresini Racing, y su compañero Fabio Di Giannantonio rubricó la fiesta del equipo italiano al birlarle el subcampeonato in extremis a Marco Bezzecchi. Sin embargo, no se puede considerar que ‘Diggia’ hubiera estado en la pelea por el título.
Los otros dos dobletes pertenecen a la misma época y al mismo equipo: el Aspar Team, por aquel entonces con el patrocinio de Bancaja. Con solo dos años de diferencia, la estructura dirigida por el tetracampeón mundial, Jorge Martínez Aspar, consiguió dominar la categoría con claridad. Uno fue en 2009, cuando Julián Simón no dio opción a su compañero Bradley Smith, al que derrotó por 65,5 puntos.
Mucho más tensa fue la situación dos años antes, cuando saltaron chispas entre el húngaro Gabor Talmacsi y el español Héctor Faubel. La irregularidad del resto convirtió la temporada en un mano a mano frenético donde las condiciones no eran iguales. Talmacsi llevaba la sólida Aprilia RS y Faubel la nueva RSA, a priori más rápida pero que se tornó menos fiable.
Seguramente el punto más tenso fue en Misano, cuando Faubel cayó junto a Simone Corsi en una acción que también implicó a Talmacsi. El valenciano pensó en reclamar, pero el equipo le dijo que no iba a reclamar contra un piloto de la misma escudería, tal y como contó el propio Faubel en una entrevista en Motociclismo.
Al final, Talmacsi se proclamó campeón en la cita final del Ricardo Tormo al acabar segundo por detrás de Faubel, que se quedó a tan solo cinco puntos de convertirse en campeón del mundo. Una temporada inolvidable para el equipo de Jorge Martínez Aspar, que tuvo que lidiar con el ‘bendito’ problema de ver cómo sus dos pilotos se jugaban el título.
15 años después, la historia podría repetirse con Sergio García e Izan Guevara.
Superada la mitad de temporada, con 11 grandes premios disputados y 9 restantes, la dupla del GasGas Aspar Team domina con autoridad el Campeonato del Mundo de Moto3. Entre ambos han logrado más de la mitad de triunfos del curso con seis victorias repartidas equitativamente y, sobre todo, han fallado mucho menos que sus rivales Dennis Foggia, Ayumu Sasaki y Jaume Masià.
Es obvio que, con 225 puntos todavía por repartirse, es demasiado pronto como para descartar a esos tres pilotos, y a otros como Deniz Oncu o Tatsuki Suzuki. Tan obvio como que, si no sucede nada extraño, el campeón del mundo de Moto3 2022 llevará una GasGas.
Actualmente lidera Sergio García con 182 puntos por los 179 de Izan Guevara, que ha ido remontando y se fue al parón veraniego encadenando seis podios consecutivos, tres de los cuales fueron victorias. Además, ambos tienen un solo cero en su hoja de resultados.
El tercero en discordia es Foggia, que tras empezar la temporada muy bien se ha ido diluyendo entre errores y mala suerte. Acumula cuatro ceros en las seis últimas carreras, lo que le ha dejado a 67 puntos del liderato. Conviene no olvidar su impresionante segunda mitad de curso en 2021, pero no va a tener nada fácil reducir tremenda desventaja ante dos pilotos capaces de minimizar sus errores. Más de lo mismo para Sasaki, que viene de menos a más, y para Masià, que tampoco ha tenido suerte en momentos puntuales.
Con todo esto, se antoja bastante plausible un escenario en el que Sergio García e Izan Guevara lleguen a los dos o tres últimos grandes premios jugándose el título entre ellos para acabar dando al Aspar Team su tercer doblete en la categoría. Lo dicho: bendito problema.