Si notas, cuando enciendes tu moto, que la zona del embrague huele a quemado, esto debe servirte de alerta para saber que tu moto tiene un problema que debes solucionar cuanto antes.
Este síntoma puede indicar un abanico de posibles problemas que requieren atención inmediata. Por eso, en este artículo, te explicamos las posibles causas detrás del olor a quemado del embrague y las soluciones que tienes.
Causas probables del olor a quemado del embrague
Cuando el embrague huele a quemado, puede ser por distintos factores, analicemos las posibles causas:
Desgaste de los discos de embrague
Una de las causas más comunes del olor a quemado proviene de los discos del embrague. Estos con el tiempo se desgasta por la constante fricción y el calor que genera esta acción.
Todo esto ocurre por el uso excesivo del embrague, cambios de marcha bruscos y malos hábitos de conducción. Cuando se tiene la certeza que el desgaste produce el olor a quemado, se debe llevar la moto al taller para cambiar los discos de embrague y revisar el sistema de embrague.
Nivel de líquido de embrague bajo
Cuando el líquido de embrague está en niveles muy bajos, el sistema no acoplara correctamente, la carencia de líquido producirá mayor calor y fricción en el embrague, generando el olor característico.
Mala regulación del embrague
Si el embrague no está bien ajustado, probablemente se deslice, provocando calor en exceso.
Por lo general, esto ocurre a causa de un ajuste incorrecto de los tensores o por el desgaste del mecanismo que acciona el embrague. También en estos casos hay que acudir al taller especializado en motos.
Técnica de conducción inapropiada
Malos hábitos de conducción, como sostener el embrague durante un tiempo prolongado, puede producir demasiado calor en el sistema de embrague. Perfeccionar la técnica de conducción es lo más acertado para no someter el embrague a usos indebidos, acortando su vida útil.
Excesiva exigencia del embrague en pendientes
Utilizar el embrague en exceso cuando se sube una cuesta pronunciada, para mantener el control sobre la moto, también puede provocar que este se caliente en exceso y comience a emitir el olor a quemado debido a la fricción.
En estas situaciones, lo mejor es hacer uso de los frenos y acelerar de una forma controlada, para no sobrepasar la capacidad del embrague y así evitar que este o algunos de sus componentes terminen dañados.
Arrancar en cuesta con una moto puede ser complicado, sobre todo cuando se está empezando a conducir, pero lo mejor es no forzar en exceso el embrague.
Si tu moto llegara a echar olor a quemado proveniente del embrague, debes actuar con precaución, ya que puede estar avisando de algún problema, como una mala regulación del embrague o una mala técnica de conducir.
Una vez sepas dónde está el problema, lo mejor es que lo repares cuanto antes, para que este no derive en otros, incluso, más graves.