La ventas de scooters y motos eléctricas siguen aumentando, ofreciendo un nuevo panorama para el motociclismo, ya que, tarde o temprano, deberán convertirse en mayoría. Al menos ese es el camino por el que están transitando las decisiones de los gobiernos en su lucha por frenar el cambio climático.
Este cambio de paradigma en el mundo del motor conlleva también algunas variaciones en el modo en que se cuidan los vehículos. Y claro está, cuando hablamos de un scooter eléctrico, existen aspectos diferentes a lo suelen plantear los modelos que se mueven con combustible.
¿Muchos cambios en el mantenimiento?
En cuanto a las principales diferencias, no cabe duda de que la mayor parte se encuentran en su mecánica. Un motor eléctrico no tiene nada que ver con uno que se mueve con gasolina. Por lo tanto, las diferencias de mantenimiento entre uno y otro son sustanciales. Por un lado, en el scooter eléctrico no hay que estar pendientes de si el nivel de aceite es el adecuado o si los inyectores realizan su trabajo a la perfección.
Sin embargo, lo más importante será cuidar la batería, ya que gracias a ella, la moto se mueve. Obviamente es un tipo de batería diferente al que proporciona electricidad a los scooters de gasolina. En cuanto a los principales consejos para mantenerla en buen estado, hay que apuntar los siguientes:
- Conviene hacer un ciclo de carga completo cada uno o dos meses.
- Cuando se llega al 100% de la carga, hay que desenchufarla de la corriente, ya que una conexión excesiva puede dañar sus componentes.
- Hay que evitar someter a la batería a altas temperaturas. Por esta razón no es recomendable aparcar la moto al sol durante muchas horas y en momentos en los que el calor aprieta.
- Cuando la moto va a estar parada durante una larga temporada, lo más adecuado es que se quede con una carga que ronde el 60%.
- No es recomendable llevar al máximo el rendimiento del scooter, ya que se expone a un estrés que se termina acumulando y reduciendo su vida útil.

Elementos comunes
Por otro lado, hay que recordar que un scooter eléctrico tiene ruedas y neumáticos, luces, frenos, espejos, asiento… Es decir, hay numerosos elementos que son los habituales y en ese caso, los cuidados deberán ser los típicos.
Por lo tanto, habrá que revisar que los frenos funcionan bien, que los neumáticos no están excesivamente desgastados e incluso que las suspensiones no presentan ninguna anomalía.
Limpieza ante todo
Una de las principales acciones que el dueño de un scooter eléctrico debe llevar a cabo es una continua limpieza. Que el vehículo no acumule suciedad resulta esencial para que su durabilidad sea mayor, al igual que ocurre con los modelos con motor de combustión. En este caso, los elementos del motor eléctrico han de permanecer totalmente limpios y para conseguirlo, lo mejor es utilizar productos especialmente fabricados para ello.
En definitiva, los cuidados son similares a los de las motos de gasolina, exceptuando los relacionados con el motor. Esto da como resultado un mantenimiento menos costoso en general.