Aunque han perdido terreno con respecto a los frenos de disco, aún se siguen empleando los frenos de tambor, ya que aportan un buen rendimiento y suelen ser bastante más baratos. Y como sabrán los lectores, consisten en colocar una especie de cubo en la rueda, en cuyo interior se sitúan unas zapatas que son las que presionan para que la rueda se detenga.
Entre las partes que forman los frenos de tambor, encontramos las siguientes piezas:
- Tambor. En él se halla el mecanismo de frenado que presionan las zapatas para que se detenga la moto.
- Zapatas. Cuentan con un forro que roza contra la pista de frenado. Son algo así como las pastillas de freno o las propias zapatas que se utilizan en las bicicletas para reducir la velocidad.
- Portazapatas. Como su nombre indica, en ella se colocan las zapatas, y tienen la capacidad de moverse cuando se acciona el freno.
- Levas de freno. Estas son las encargadas de empujar las zapatas cuando se aprieta la maneta.
¿Qué saber sobre la leva de freno?
Como acabamos de apuntar, la leva de freno es la encargada de llevar la fuerza generada por el cilindro de freno neumático hasta las zapatas que provocarán el rozamiento que detiene la rueda.
Por un lado del árbol de leva encontramos un engranaje que lo acciona; y por el otro la propia leva, que es la que determina la inclinación de las zapatas y, de ese modo, la acción del freno es mayor o menor.

¿Cuántas levas tiene cada tambor?
Como cabe esperar, hay diferentes tipos de frenos de tambor, con lo que no siempre se cuentan el mismo número de levas. De hecho, hay tambores simples, de doble y de cuádruple leva. En el primero de ellos las zapatas están fijas en un extremo, mientras que en los tambores de dos levas encontramos que esos extremos son flotantes y ejercen una mayor presión, ya que esta se produce en ambos lados del tambor. En cuanto a los de cuatro levas, son mucho menos comunes y, como se puede suponer, reparten un par de levas en cada lado del tambor.
Ajustar los frenos de tambor
Para mejorar el rendimiento del freno de tambor, existe la posibilidad de tensar o destensar las levas, de manera que se puede ajustar la distancia que hay entre el propio tambor y las zapatas. Así, si estás están más desgastadas, se podrán acercar para que la moto frene en el momento en que se acciona la maneta.
Claro que cuando se observa una bajada de eficacia en el momento de detener la motocicleta, lo más probable es que haya que cambiar las zapatas, ya que por mucho que se acerquen al tambor, lo más probable es que se hayan desgastado del uso. Cabe señalar que en los frenos de tambor es complicado que entre suciedad ambiental, lo que no implica que haya que limpiarlos cada vez que se lleva a cabo el cambio de zapatas o de cualquier otro elemento.