La seguridad cuando se va encima de una moto es clave. Y buena parte de esa seguridad depende tanto de la responsabilidad del conductor de la motocicleta como de algunos elementos clave de este vehículo de dos ruedas como es el caso de los frenos del mismo. Una pieza que destaca por su importante función al mismo nivel que la potencia o la velocidad que tenga esa "máquina" ya que de nada sirve tener la mejor moto del mundo e ir más rápido si luego no se puede detener esa marcha cuando es preciso. Sobre todo en caso de una posibilidad de accidente o siniestro.
Un cometido esencial que hacen todos los sistemas de freno, siempre que estén en buen estado, sin importar la tipología de los mismos.
Tipos de frenos más comunes
En el caso de las motos y su relación con el sistema de frenado, no todas ellas emplean el mismo ya que depende del modelo, así como de ciertos aspectos y cuestiones como la cilindrada y la potencia (cuanto más grande sea una moto, mayor frenada necesitará para pararla).
Pese a esto, es cierto que se puede hablar de una tipología con los tipos de frenos más comunes y conocidos en la actualidad en el sector del motor. Así pues, en esta lista se encuentran los frenos de tambor o de campana, todo un clásico entre las dos ruedas y que cuentan con unas zapatas que se aprietan contra el tambor para lograr esa frenada en la rueda de fricción. Se trata, por tanto, de un tipo de sistema de frenos con un funcionamiento sencillo, un coste económico y con muy buenas garantías que resulta ideal para las motos de baja cilindrada.
También en la función de frenado merece la pena destacar los frenos de disco cuya característica principal es que se hace uso de un plato de acero que va sujeto a una maza que va girando a la par que lo hace la llanta del neumático. Este sistema está compuesto principalmente por la bomba de frenos, las pinzas y el disco; elementos que es importante que sean de buena calidad para asegurar una frenada mucho más óptima.

Consejos para mantenerlos en buen estado
Además de una conducción prudente y tranquila (nada de acelerones o frenazos bruscos), para mantener el buen estado del sistema de frenos es importante no olvidar algunas consideraciones y consejos para poner en práctica de manera regular. Por ejemplo, en el caso de contar con frenos de discos es bueno contar con unos latiguillos de buena calidad para aplicar el líquido de frenos, disponer de pastillas de freno y pinzas, además de tener unos discos ventilados para aliviar el calor que se produce con la frenada.
Ya por parte del conductor, suya es la tarea de llevar una conducción sosegada, revisar el sistema de frenado cada cierto tiempo (cada 2.000 kilómetros aproximadamente) en el taller para comprobar que todo está correcto, además de no usar este elemento de la moto de manera excesiva o se corre el riesgo de estropearse antes. Esto no quiere decir que no se deba frenar; sino que se usen los frenos con cabeza y cuando corresponda.