Para una marca de motos tan emblemática como es Suzuki, uno de los hitos más importantes de su historia en lo que a la competición deportiva se refiere tuvo lugar antes de la década de los años 80. Concretamente, en la temporada del año 1976 la firma nipona se haría con su primer título mundial en la modalidad reina de los 500 centímetros cúbicos. Un momento que fue el culmen de las primeras victorias que había logrado Barry Sheene subido a una de estas motos meses antes.
La primera victoria de Suzuki en los 500 cc
Antes de la incorporación de la Suzuki RG500 al campeonato en 1974, con el propio Sheene y con Jack Findlay como piloto, este último fue el primero en otorgar a Suzuki un triunfo en la máxima categoría del Mundial, al imponerse en el Ulster Grand Prix de 1971 a lomos de una moto desarrollada a partir de un motor Suzuki TR500.
Pese a que el título por así decirlo fue para Suzuki en el año 1976, en 1975 este piloto fue ya protagonista de la primera victoria para la multinacional sobre la nueva RG500 tras el debut que hizo en la misma en la temporada anterior, en 1974. Un comienzo que no fue del todo mal ya que las motos de Suzuki pilotadas entonces tanto por el inglés como por su compañero australiano Jack Findlay, las míticas RG500 de la firma, se colaron entre las 10 más rápidas en las primeras clasificaciones generales.
Ese primer puesto en los 500 cc con la RG de nuevo tuvo a Barry Sheene como líder indiscutible al vencer en la sexta carrera disputada en ese campeonato mundial y que tuvo lugar en el conocido circuito de Assen. Una hazaña en la que consiguió superar a otro gran piloto de entonces como era el italiano Giacomo Agostini que se conformó de esta manera con el segundo puesto en ese disputado podio.
Con este importante palmarés para la multinacional asiática, no era de extrañar que en la temporada siguiente el título mundial recayera en sus manos de nuevo gracias a la pericia con el manillar de su piloto estrella ese momento, Sheene. Pero no fue el único que llevó más de una alegría a los japoneses entonces. Otros nombres como Lucchinelli, Lansivuori o Read dieron alas a Suzuki para convertirse en una de las mejores marcas en la competición de las dos ruedas y la velocidad en esas décadas.

Un camino repleto de buenas noticias hasta el año 1983, cuando los responsables de la empresa decidieron decir adiós a esta competición mundial. Una marcha que no sería del todo definitiva y más bien un hasta luego que se materializó tres temporadas más tardes cuando Suzuki regresó con su novedoso modelo RGV y con Kenny Irons y Kevin Schwantz como pilotos clave para recoger el testigo de lo que en su día consiguió Sheene. Precisamente, Schwantz poco tiene que envidiar al londinense ya que para siempre formará parte de la historia de Suzuki como uno de sus mejores corredores.
MotoGP
Si en la categoría mundial de los 500 cc los nipones se hicieron un hueco entre los mejores, esto no se repitió de igual manera con el nacimiento de MotoGP donde los verdaderos triunfadores han sido otras marcas como Honda o Yamaha al dominar durante estos años los primeros puestos de las carreras. En estos últimos años y en esta modalidad solo se puede destacar un hecho por parte de Suzuki y es el triunfo cosechado en el año 2007 durante la celebración del Gran Premio de Francia. Después, al finalizar la temporada 2011, Suzuki abandonó MotoGP.
Su reaparición en 2015 trajo consigo un equipo joven y renovado, y gracias a Maverick Viñales sumó su primera victoria en esta nueva etapa, que culmina con el título conseguido por Joan Mir en 2020 antes de irse a finales de 2022.